Aquella comisión de investigación fue un auténtico esperpento, un montaje absolutamente bochornoso en el que se escenificó el conchabo entre el PP y Coalición Canaria, que habían pactado perdonarse mutuamente sus pecados mortales, uno el eólico y el otro el Amorós. Una vergüenza que no puede volver a permitirse el Parlamento de Canarias, que está para cosas muy serias, como dice don Pepito. Como recordarán, de aquella comisión eólica salieron también unas conclusiones del PSOE, que señalaba directamente a los hermanos Soria (la familia, siempre la familia) como responsables de la manipulación institucional para beneficiar a unos amigotes. Los socialistas enviaron sus conclusiones a la Fiscalía y allí deben estar durmiendo el sueño de los justos, frase que no es más que un retruécano, porque justo, lo que se dice justo, no les quedó a los fiscales, empeñados históricamente en hacer algunos papelones de difícil digestión con determinados mandarines de la autonomía. Por lo tanto y a la vista de lo que ya está absolutamente demostrado en la trama de la hemodiálisis, ¿alguien en su sano juicio cree que una comisión de investigación en la que estén los eternos socios revelará algo que no sea una mentira? Y, a mayor abundamiento y en el hipotético caso que se encontraran indicios delictivos, ¿se enviarían las conclusiones a la fiscalía de Canarias? ¿Con qué resultado? Perdonen que no nos riamos, que la cosa es muy seria.
Publicado en http://www.canariasahora.com/topsecret/ampliar/13296/
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