Las protestas de los empleados públicos contra los ajustes se
intensificaron este viernes en Canarias, dentro del calendario de
movilizaciones programado para toda España. En Tenerife, las periódicas
concentraciones ante sedes oficiales tuvieron más impacto del habitual.
En Santa Cruz se registraron incluso cortes de tráfico en las
inmediaciones de Presidencia. Las caceroladas, los pitos, los gritos y
las pancartas con mensajes alusivos a los “abusos” de políticos y
banqueros fueron una constante.
La Laguna participó en la convocatoria con una marea negra, de
trabajadores con vestimenta de color oscuro, entre la Casa de los
Capitanes (alcaldía) y los edificios del Rectorado y de la delegación de
Hacienda. En el recorrido se juntaron más de mil personas. Empleados de
Justicia se unieron a los asalariados de la corporación local, que van a
replantearse la huelga de consumo en los comercios del casco.
En ayuntamientos como el de Candelaria, los representantes políticos
-entre ellos, algunos del PP- acompañaron a los trabajadores a la hora
de censurar la rebaja salarial, los “recortes de derechos” y el
deterioro de los servicios públicos. En el mencionado municipio
tinerfeño desayunaron bocadillos de chorizo.
En determinados casos, alcaldes, concejales, consejeros de cabildos y
altos cargos han renunciado a la paga de Navidad en señal de
solidaridad con el colectivo de empleados públicos.
En Madrid, mientras, el consejero de Presidencia, Justicia e Igualdad
del Gobierno de Canarias, Francisco Hernández Spínola, le transmitió al
secretario de Estado de Administración Pública, Antonio Beteta, su
disconformidad con el sistema elegido para reducir las retribuciones;
“Resulta injusta, ya que supone porcentualmente reducciones mayores en
las brutas anuales para las categorías que menos cobran”. Spínola
también criticó las “excesivas” medidas adoptadas sobre las condiciones
de los empleados públicos, que en algunas circunstancias, como en el
relativo a la reducción de los días libres, “solo desmotiva sin generar
ahorros”.