Los empleados
públicos de La Laguna volvieron a tomar ayer la calle, como cada viernes desde
hace unos meses, para protestar contra los recortes de salarios y derechos
laborales de los que están siendo objeto por parte del Gobierno central y el
resto de administraciones. Esta vez lo hicieron acompañados de un pequeño rebaño
de ovejas, las cuales encabezaron la marcha junto a un cartel en el que
aparecían Mariano Rajoy y el alcalde Fernando Clavijo vestidos de pastores y en
el que se podía leer: “Estas ovejas no se quejan”.
Convocados por
los sindicatos con representación en el Ayuntamiento lagunero, a la movilización
también se sumaron funcionarios e interinos de la Universidad y de Justicia. En
total, más de un centenar de personas, todas ellas vestidas de luto, en lo que
se ha dado por llamar los viernes de negro. Un cita que se viene repitiendo
desde hace meses en La Laguna, incluso durante las vacaciones de agosto, y cuyo
objetivo es exteriorizar el enfado generalizado de los trabajadores públicos
respecto a la política de recortes que se están llevando a
cabo.
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Parte del rebaño que encabezó la protesta |
La manifestación
partió desde la Casa de los Capitanes, sede de la alcaldía lagunera, y durante
media hora recorrió las principales calles del casco histórico. Al llegar a la
plaza de la Concepción, una representante de Intersindical Canaria, Candelaria
Gil, se dirigió a los presentes con la ayuda de un megáfono para exponer las
razones que los han llevado a convocar estas protestas con carácter semanal. En
otros municipios del Archipiélago se han impulsado manifestaciones similares,
pero en ningún caso con el éxito de participación e ingenio que en el municipio
lagunero.
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Cartel portado por algunas ovejas |
Los turistas que
ayer paseaban por el casco histórico se encontraron con una estampa insólita y
poco se resistieron a sacar la cámara de fotos y retratar la escena: una docena
de ovejas, acompañadas de sus propietarios y un perro pastor, liderando una
manifestación donde todos sus participantes iban de negro.
El próximo
viernes tienen previsto volver a protestar, y así seguir mientras continúen los
recortes en el sector público. Y es que en los últimos meses, además de sufrir
una reducción de sus salarios, también han sido objeto de la ampliación de la
jornada laboral y de la pérdida de todo tipo de derechos adquiridos. “Es el
desmantelamiento de lo público”, aseguraban los agraviados una y otra vez, junto
a otros cánticos en contra tanto del presidente del Ejecutivo central como de
Paulino Rivero, máximo representante autonómico, y de Fernando Clavijo, alcalde
de la ciudad.