lunes, 20 de agosto de 2012

Los sindicatos denuncian que el Gobierno de Castilla-La Mancha despide a interinos vía internet

Indignación entre los trabajadores públicos por “las mentiras del PP”

Cientos de interinos están siendo despedidos en Castilla-La Mancha vía internet. Un hecho, denunciado por los sindicatos, que catalogan como “un desprecio absoluto por los empleados públicos y por el conjunto de la ciudadanía”, dicen en un comunicado CC OO, UGT y STAS, a la vez que acusan al Gobierno de Cospedal de mentir y ocultar la supresión de 800 empleos que tendrán un terrible impacto en el funcionamiento de la Administración, advierten.
 
Semana crucial esta que empieza para los empleados públicos de Castilla-La Mancha, que, según los principales sindicatos de la función pública (CC OO, UGT y STAS), están siendo “vilipendiados, ninguneados y engañados” por el Gobierno que preside la secretaria general del PP, María Dolores Cospedal, quien ha decidido ya poner en la calle a 800 interinos y a otros tantos bomberos forestales, mientras que convoca una mesa de negociación con las centrales en un intento desesperado de confundir a los representantes de los trabajadores.
Despedidos antes de la negociación
En este sentido, los citados sindicatos denuncian que muchos “interinos de la Junta ya figuran en el Portal del Empleado, que es la página que gestiona todos sus datos, como CESADOS, como DESPEDIDOS a fecha 21/08/2012, es decir, la jornada inmediatamente posterior a la mesa de negociación”, añaden en un comunicado, “este acontecimiento supone una gravedad sin precedentes, ya que el Gobierno de Cospedal da por hecho, incluso antes de que se haya llevado a cabo el trámite de supuesta ‘negociación’, que esas plazas se van a suprimir”.
La orden que nadie deroga
Por su parte, el polémico “consejero showman” de Administraciones Públicas, Leandro Esteban, de quien han pedido su dimisión todos los sindicatos, incluido el CSIF, que le acusa de ser “un mentiroso”, continúa sin derogar la instrucción 5/2012 (ver documento) que recoge la amortización del 80% de los interinos, pero, eso sí, la desautoriza con la boca pequeña o se mete en jardines impropios de un responsable político serio, como lo prueba la respuesta dada el pasado viernes a preguntas de los periodistas si habría este lunes o no 700 despidos: “Hoy es viernes y no puedo saber lo que va a pasar si aun no ha sucedido”, respondió.
Las “mentiras” del secretario general
Y es que tanto el Gobierno de Cospedal como el partido que lo sustenta se encuentran inmersos en una encrucijada de difícil salida por sus continuas promesas incumplidas, unas veces, o por las reiteradas mentiras de sus dirigentes, en otras ocasiones, como es el caso del secretario general del PP y presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Vicente Tirado, que en una carta enviada al presidente regional del CSIF en abril de 2011, y a la que ha tenido acceso ELPLURAL.COM (ver carta), niega una y otra vez que su partido vaya a despedir a trabajadores públicos. Documento éste que pone en evidencia al “número dos” de Cospedal y “deja al descubierto las falsedades y mentiras con las que se presentaron a las elecciones”, dice un líder socialista al leer el documento aportado por este periódico.
“Cospedal tiene la decisión tomada”
Tal vez por eso, por esta falta de transparencia, la portavoz de Empleo del Grupo Socialista en las Cortes de Castilla-La Mancha, Milagros Tolón, no duda, en declaraciones a ELPLURAL.COM, de que Cospedal “tiene la decisión tomada” y despedirá al 80 por ciento de los interinos de la Junta de Comunidades, al mismo tiempo que califica de “espectáculo lamentable” el comportamiento del “consejero showman”. Para la socialista, el Ejecutivo del PP “está actuando con nocturnidad y alevosía y despreciando a los trabajadores”, concluye, “es cuestión de tiempo y vamos a poder comprobar cómo en las próximas semanas se producen esos despidos que venimos denunciando”.

El año Mariano

Creíamos que con los “brotes verdes”, la “desaceleración” y lo de “la tierra sólo es del viento”, Zapatero había agotado durante décadas el cupo de chorradas presidenciales, pero llega Mariano, ansioso por emular a su predecesor en todos los campos (más parados, más deuda, más desahucios, más mujeres-florero, más inútiles ministeriales) y se decide a superarlo también en el difícil terreno de las gilipolleces. Zapatero suspiraba por conseguir un look Gandhi con traje chaqueta; tenía cientos de asesores que se curraban a fondo lo de lustrar su leyenda de buena persona: un aspirante al Nobel de la Paz que se pensaba que el premio lo daban en Bolivia, un ignorante cum laude que extirpó toda la inteligencia del PSOE por pura envidia, para llenarlo de mediocres a su imagen y semejanza. Un Robespierre de pasillo que descabezaba amigos como quien pela gambas.
Mariano es más de pueblo y por eso cultiva sin empacho su pinta de talla románica con empanada y barba, un santón gallego que suelta una sandez a las nueve de la mañana para que la gente la vaya royendo hasta mediodía e indague en sus profundidades hasta medianoche, como cuando dijo aquello de que su periódico de cabecera era el Marca y nadie se podía creer no sólo que decía la verdad sino que sólo se leía las fotos. Ahora Mariano se ha puesto a pensar en los misterios del alma humana y ha descubierto, atención, que todos tenemos una y que eso es muy bonito. Los asesores de Zapatero, al menos, rebuscaban más los adjetivos.
Decía Anthony Burgess en una novela magistral que la tiranía demuestra la existencia del alma. El tirano nos lo quita todo, obligándonos a la ilusión de suponer que nos deja algo: llamamos “alma” a ese algo. Mariano, tirano por suscripción popular, recurre a la vida interior cuando la exterior ya casi no alcanza a fin de mes y entonces tiene que husmear en la basura de los supermercados. Más de media España le votó en la confianza de que su sola presencia atraería los inversores y el país se levantaría y echaría a andar, como Lázaro. Pero casi un año después España sigue oliendo a muerto, a paro y a desahucio, y la inmensa mayoría de los estafados en las urnas va comprendiendo lo que muchos sospechábamos, es decir, que si este hombre ni siquiera era capaz de abrir una lata de mejillones con un milagro, difícilmente iba a poner en pie la economía como un mesías barbudo que le ordena a Lázaro que se levante y ande.
De romería, que es como él hace las cosas, Mariano ha caído en la cuenta de que todos los españoles tenemos un alma, incluso los políticos, y ese descubrimiento debería preocuparnos, porque seguro que ahora le mete al alma el IRPF y el IVA, y nos multa por dejarla estacionada en cualquier parte.