miércoles, 17 de noviembre de 2010

Anular si nadie recurre

O UNA RENUNCIA VOLUNTARIA POR MOTIVOS ECONÓMICOS


Pero por muy sandunguera que ande la familia en estos momentos, reclamando el regreso al tálamo por la vía presupuestaria y del repaso al álbum de fotos y concursos compartidos, hay barreras que resultan totalmente infranqueables. Por ejemplo, anular un concurso de la hemodiálisis atendiendo el recurso de un concursante despechado (tipo Baxter) requiere una resolución del consejero Bañolas bien fundada en Derecho, y ya les hemos dicho aquí que el expediente no tiene fisuras porque el muñeco se fabricó para que le entrara el traje del adjudicatario. Pero pasar la adjudicación a Lifeblood a definitiva podría tropezarse con un imparable descargue mediático y un pleito penal de imprevisibles consecuencias, con el mes de mayo a la vuelta de la esquina. Así que no queda otra salida que encontrar el término medio, que en este caso no es la virtud sino la búsqueda de un acuerdo secreto con los adjudicatarios: tú renuncias al concurso alegando cualquier indisposición repentina (económica, por más señas), o lo anulamos si no recurres, que ya te encontraremos una compensación en estas anchuras de mangas que gastamos. Mientras, se le irá pasando a Juan Francisco el cabreo que tiene con Soria, que nada es eterno en esta vida.
PUblicado en http://www.canariasahora.com/topsecret/ampliar/13318/

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