Por Rafael Álvarez Gil
La salida del PP del Gobierno autonómico ha sido contraproducente para sus intereses electorales y ha favorecido a CC. Me explico.
Cuando se acerca una cita inminente con las urnas es una constante en la política regional que el PP procure marcar distancia y poder vender un producto electoral diferenciado.
Sin embargo, el PP ha decidido romper mostrando una escasa responsabilidad institucional. Desde hace tiempo se especulaba con que podía ocurrir y, por lo tanto, no ha supuesto ningún sobresalto.
A su vez, beneficia a CC que se mantiene en el Ejecutivo autonómico y le permite potenciar futuros candidatos en detrimento de otras formaciones políticas nacionalistas que ahora tendrán que competir por un idéntico espacio de potenciales votantes.
El PP no ha sabido emplear esta táctica electoral y, por consiguiente, le perjudica. Las razones son dos.
Por un lado, si el PP había decidido marcharse tenía que haberlo hecho de una forma más sonora, rotunda y, si se tercia, sobreactuando. Pero no ha sido así. El PP no ha sabido gestionar su renuncia. Se ha ido de manera endeble y, todo hay que decirlo, sin razones poderosas que le permitan justificar su decisión ante la ciudadanía que no acaba de entenderla.
Por otro lado, no ha tenido toda la notoriedad que en circunstancias normales hubiese obtenido. La clave es la sorpresa que ha causado la amplia remodelación ministerial que ha llevado a cabo José Luis Rodríguez Zapatero. Con todo, el PP canario se limitó a obedecer órdenes de su cuartel general en la calle Génova de Madrid por la impotencia de saber que la legislatura se agotará y, por lo tanto, no habrá adelanto electoral posible que favorezca a Mariano Rajoy que, ahora sí, tendrá que emplearse a fondo en su labor de oposición. Creían que el apoyo del PNV y CC se ceñía a prolongar la agonía de un Ejecutivo que se presumía atónito. Todo lo contrario, el presidente del Gobierno no se limitó a cambiar, sin más, un ministro de Trabajo por otro. Aprovechó la ocasión, sin nadie esperarlo, para situar al PSOE a la ofensiva tras meses resistiendo los embates del PP.
A fin de cuentas, el PP no ha sabido manejar su salida del Gobierno de Canarias y, no siendo menos, ha quedado silenciada por la entrada de los nuevos ministros fruto de la nueva estabilidad que goza José Luis Rodríguez Zapatero. En poco tiempo el escenario político ha cambiado y promete ser mucho más disputado de lo que se creía.
Publicado en http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=187756
No hay comentarios:
Publicar un comentario