Menuda decepción se ha llevado el presidente (CC) de la gente, según dice él y su equipo de asesores, el peor que se recuerda en años y del que algún día hablaremos extensamente, que la cosa no tiene desperdicio. Rivero no es un político que caiga bien a la gente, es demasiado envarado, forzado y carece del carisma natural de un Zerolo, un Manuel Hermoso o el de Ricardo Melchior, aunque éste último ya no es la sombra de lo que era.
Por eso el nota se quedó hecho polvo al vivir el pasado 16 de agosto, un intento de agresión por parte de una mujer de unos 40 años.
El presidente se encontraba en Garachico disfrutando de la romería del municipio, cuando se encontraba por la calle que lleva el nombre del santo homenajeado, en compañía del alcalde de la villa y puerto, Ramón Miranda, cuando la mencionada señora empezó a proferir insultos vociferando de manera notable, llegando incluso al intento de agresión.
Los escoltas del presidente redujeron a la señora, dichos agentes pertenecen al cuerpo de la guardia civil, y no de la policía autónoma de Canarias, lo que deja claro que este proyecto policial ni siquiera sirve para proteger a su presidente, que es una de las funciones que establece el Estatuto de Autonomía para la Guanchancha.
Fue una experiencia que ha dejado al político sauzalero bastante mosqueado, ya que esa agresividad vivida contrasta con lo que le venden sus coleguitas de Presidencia todos los días. Rivero debe bajarse de las nubes en las que vive y acercarse al drama que su propio ejecutivo está provocando en la sociedad, cada vez más azotada por el paro y que en meses vivirá más tensiones, a medida que se vaya agotando el dinero público que mantiene esta guerra de mentira, esa calma que precede a la tempestad. Esperemos que reaccionen a tiempo.
Publicado en http://www.eldigitaldecanarias.net/opino.php?idn=36720
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