domingo, 29 de agosto de 2010

Los discapacitados graves se quedan sin atención al cerrar los centros en agosto

Los discapacitados graves se quedan sin atención al cerrar los centros en agosto

La mayor parte de los recursos públicos para personas que sufren enfermedades psíquicas se rigen por un calendario similar al escolar, de manera que no prestan servicios en verano, en Navidad ni Semana Santa.
 
Los familiares lo consideran "injustificable" y lo comparan con que los hospitales cerraran por vacaciones.
Numerosos afectados por una discapacidad -encabezados por la Asociación de Familiares Discapacitados Psíquicos (Afadis)- han hecho pública su queja por el hecho de que la mayor parte de las centros de día cierren sus puertas en verano por vacaciones del personal. "¿Es que acaso estos enfermos mejoran en agosto?", se plantea su presidenta, Paula Romero, que asegura que dentro del colectivo de personas que sufren alguna discapacidad, el de las personas con trastornos graves de conducta es el que más sufre esta circunstancia "Es como si cerraran un hospital por vacaciones", dice.
"Hablamos de personas que son capaces de cometer una barbaridad en cuestión de segundos, por lo que necesitan estar controlados las 24 horas del día por una, dos o incluso tres personas", explica Romero antes de narrar un episodio acaecido hace unos días en el que un joven que debía estar en un centro de día intentó autolesionarse con un cuchillo, y al tratar de impedírselo, su madre resultó herida grave en dos dedos mientras su padre lo reducía. "Esto pasó a comienzos de agosto y como no había ningún centro de día y aún no se la he dado plaza en la residencia de San Juan de Dios, este chico permanece en la Unidad Psiquiátrica del Hospital desde entonces. ¿Es esa la solución?".
En este sentido, son varios los familiares de personas con trastornos graves de conducta que aseguran que romper la cotidianidad de estas personas no ayuda a que estén más controlados.
"Una persona con este problema que está acostumbrada a ir todos los días a un centro, adquiere una dinámica, cierta rutina, que le da seguridad, así que, en ocasiones, no entiende por qué de repente tiene que pasar tanto tiempo en casa, en donde, por otra parte, suele tener menos posibilidad de realizar actividades, lo que le genera más nerviosismo", explica el padre de un joven con graves deficiencia cognitivas.
Sin embargo, el caso más dramático tuvo lugar hace escasos días cuando una persona con trastorno grave de conducta se precipitó desde un quinto piso en el municipio tinerfeño de Candelaria, después que su madre no lo pudiera controlar. Al parecer, la víctima estaba deseosa de salir a la calle y su madre se encontraba cocinando, por lo que le dijo que tenía que esperar, provocando su enfado y que le fuera imposible retenerlo para que saliera al balcón desde el que se arrojó a la calle.
"Esa madre está ahora mismo destrozada porque llevaba toda su vida intentando darle a su hijo las mejores atenciones posibles y, en cuestión de un instante lo ha perdido", indica la presidenta de Afadis que, califica la situación d "injustificable", antes de recordar que se trataba de una persona que, a su juicio, debía haber entrado en la residencia que recientemente ha abierto el Gobierno de Canaria y el Cabildo de Tenerife junto al Hospital San Juan de Dios y en la que todavía quedan plazas libres.
Lo más curioso es que no sólo los centros de atención a las personas con discapacidades mentales cierran en verano, sino que tampoco es posible encontrar alguno de los responsables políticos, o al menos eso asegura Paula Romero.
"Traté de localizar a la consejera de Bienestar Social del Cabildo de Tenerife, Cristina Valido, y a la directora general de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, Araceli Sánchez, pero ambas se encontraban también de vacaciones, así que le mandé un correo electrónico a Paulino Rivero a través del Facebook. Para mi sorpresa me contestó diciendo que esperara hasta el mes de septiembre y que entonces llamara a la secretaria de la consejera de Bienestar Social, Inés Rojas para concertar una cita directamente con ella", admite.
Derechos laborales
Desde las administraciones públicas reconocen que la mayor parte de los centros han cerrado sus puertas durante el verano, pero justifican el hecho en que "siempre ha sido así; no es algo sólo de este año". Así, fuentes del Cabildo de Tenerife señalan que tradicionalmente se ha trabajado así, y niegan haber recibido queja alguna de los familiares de los usuarios, "ni este año ni los anteriores".
Asimismo, fuentes de las administraciones insulares, pero también del Gobierno de Canarias, recuerdan que en ocasiones el cierre de los centros es "inevitable", puesto que se debe respetar el derecho de los trabajadores a tener vacaciones y este tipo de centros no permite la realización de turnos de trabajo, debido a que, por ley, se debe cumplir con un número determinado de cuidadores por beneficiario.
Para finalizar dicen "tener las manos atadas", porque los centros han de guiarse por un convenio laboral "que nosotros no podemos modificar", y recuerdan que otros recursos se han "autoorganizado y sí han abierto en agosto".

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