lunes, 14 de junio de 2010

Mas de 300 Liberados en Canarias

Más de 300 canarios, liberados para dedicarse al sindicato
Los empresarios consideran que las nónimas de los representantes de los empleados son un lastre


RUBÉN REJA
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Las empresas y las administraciones públicas en Canarias cuentan entre sus filas con más de 300 trabajadores que desempeñan labores de representantes de los empleados de su lugar de trabajo bajo las siglas de un sindicato. Estos 300 liberados sindicales cobran su nómina de las empresas y su principal cometido es hacer de enlaces entre el patrón y el sindicato en la defensa de los derechos de los trabajadores.

La figura del liberado, cuyo número en Canarias se extrae de estimaciones del sindicato UGT, está en estos momentos de crisis económica en el punto de mira de las organizaciones empresariales. Los agentes económicos consultados denuncian que estas personas son "un lastre" para las compañías debido a su escasa productividad.

"No es normal que esos costes que generan, porque hay que pagarles, se repercutan a las empresas", defiende la presidenta de la Asociación de Empresarios Constructores y Promotores (AECP), María de la Salud Gil. Destaca también que "asociarse es libre, un derecho" y no entiende que para ocuparse de una organización haya de abandonarse el trabajo. "Yo participó de organizaciones empresariales, pero sigo desempeñando mi trabajo día a día", expone.

Selva

Sin embargo, desde los sindicatos defienden "una pata fundamental en la defensa de los derechos de los trabajadores". En este sentido, Juan Francisco Fonte, secretario general de UGT, coincide con el presidente del Consejo Económico y Social (CES), Fernando Redondo, quien ni se plantea "la eliminación de pilar de la democracia". Así, Fernando Redondo añade que "sin los agentes sindicales, estaríamos inmersos en una auténtica selva laboral".

Además, los 300 liberados sindicales que trabajan en Canarias destinaron 495.600 horas al año a negociar convenios colectivos, resolver conflictos en la empresa y a hacer prevalecer los derechos de los trabajadores. Estas horas que dedican a procedimientos sindicales "curiosamente son retribuidas por las compañías que sufren su improductividad y se paga caro", explica el presidente de Domingo Alonso, Sergio Alonso.

Los empresarios confían en que en la nueva reforma laboral se exija mayor cualificación para ser representante sindical y también que se repercuta los costes de los liberados sindicales y las retribuciones por horas perdidas a los sindicatos.

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