martes, 5 de marzo de 2013

¿De qué hablaron Cospedal, el Fiscal General y Gallardón en el Ministerio de Justicia? ¿Sobre el caso Bárcenas?

El PP huye de los medios: tras prohibir a sus dirigentes que participen en 'El Gran Debate' y 'La Sexta Noche', suspenden la tradicional rueda de prensa de los lunes 

La secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, el Fiscal General del Estado, Eduardo Torres-Dulce y el Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, coincidieron esta mañana durante el mismo lapso de tiempo en la sede del Ministerio que dirige Gallardón. Tanto el PP como la Fiscalía como el Ministerio han negado que se haya producido una reunión a tres bandas para analizar la deriva del ‘caso Bárcenas’, convertido ya en el mayor escándalo de corrupción en la historia del PP por supuestos cobros de comisiones ilegales a empresas y presuntos pagos en dinero negro a dirigentes populares.
Suspendida la rueda de prensa en Génova
Todos los lunes, después de la reunión del comité de dirección nacional del PP, la secretaria general del partido, Dolores de Cospedal, comparece en rueda de prensa para informar sobre lo tratado en dicha reunión. Si Cospedal no puede comparecer por problemas de agenda (su cargo como número 2 del partido lo tiene que compatibilizar con la Presidencia de Castilla-La Mancha), comparece ante la prensa Carlos Floriano, toda vez que Esteban González Pons ha sido relegado de los focos públicos cuando antes de que el PP ganara las elecciones iba a rueda de prensa diaria.
Hace 15 días no hubo rueda de prensa porque el comité de dirección del PP no se reunió. La semana pasada sí y Cospedal tenía que responder a muchas preguntas sobre la relación laboral de Bárcenas con el PP y su supuesto despido. Esa rueda de prensa pasará a los anales del periodismo, después de que Cospedal reconociera que Bárcenas había estado cobrando del PP hasta el pasado 31 de diciembre y que además le pagaban las cotizaciones a la Seguridad Social. Para intentar explica un despido inexistente, Cospedal habló de “indemnización en diferido” y “simulación” de indemnización o contratación, figuras jurídicas laborales que no existen y que de haber sido realizadas por el PP serían además infracciones muy graves de la Ley. Y que el partido que Gobierna España infrinja la Ley es algo muy grave.
Orden del PP: silencio absoluto
La suspensión de la tradicional rueda de prensa de los lunes en el día de hoy viene precedida de un fin de semana en el que se produjeron otros acontecimientos relevantes en la política de comunicación del PP: se prohibió a todos los dirigentes conceder entrevistas o acudir a programas de debate, como “El Gran debate” de Tele 5 o “La Sexta noche” en la Sexta. Sus respectivos presentadores comunicaron a la audiencia que habían invitado a representantes el PP y se habían negado a acudir.  No hubo tampoco entrevistas de dirigentes del PP o ministros del Gobierno en otros medios de comunicación, como radios o periódicos.
Todo parece indicar que el PP y el Gobierno quieren enfriar el caso Bárcenas como sea y como es una tarea casi imposible a raíz de los acontecimientos, la mejor manera de no echar más leña al fuego es ordenar a ministros y dirigentes del PP que cierren la boca.
Cerrar una estrategia común
Mientras tanto Cospedal y el Gobierno intentan cerrar la estrategia del partido frente al caso Bárcenas. Cospedal se ha querellado contra Bárcenas y el diario El País, José María Aznar ha anunciado que se querellará contra El País, pero de las querellas masivas que anunció el partido aún no hay nada nada. La situación llegó al esperpento absoluto cuando a finales de la semana pasada  no era el PP quien se querellaba, sino Bárcenas quien se querelló contra el PP: por despido improcedente y por el robo de dos ordenadores en su despacho en la sede nacional del partido. De esta forma Bárcenas machacó doblemente al PP y a Cospedal. El mismo día que Cospedal habló de “indemnización en diferido” el ex tesorero demandó al partido por despido improcedente, con lo que dijo a toda España que el PP y Cospedal mentían una vez más. Y luego denunció al PP por robo, con lo que quería demostrar que tuvo despacho (y secretaria y coche oficial) en Génova 13, la sede nacional del PP, hasta que el diario El Mundo publicó que el ex tesorero tenía 22 millones en Suiza.
Tiene toda la lógica del mundo que el PP intente tener una estrategia frente al caso Bárcenas ante las contradicciones y mentiras que han dicho varios dirigentes sobre el ex tesorero. Es lógico también que esa estrategia se coordine con el Gobierno, dado que el ex tesorero ha apuntado directamente a Rajoy en los papeles que reflejan supuestos pagos de sobresueldos filtrados a El País. Lo que no tiene lógica y sería un escándalo es que el Ministerio de Justicia y la Fiscalía General del Estado se pusieran a disposición de un partido político para tapar, paliar o frenar un escándalo de presunta corrupción.
Desde el entorno de Cospedal se ha manifestado a los medios de comunicación que acudió al Ministerio de Justicia para tratar temas “relacionados con Castilla-La Mancha”.
Desde la Fiscalía General del Estado se dice que Torres Dulce fue a tratar temas relacionados con la nueva Ley de Enjuiciamiento criminal que prepara el Gobierno. En primer lugar resulta difícil de creer que esas reuniones por esos temas no saliera a relucir el ‘caso Bárcenas’ y, en segundo lugar, es una curiosa coincidencia de día y hora. ¿No podía Gallardón citarlos por separado y en días separados? Al menos guardarían las formas.

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