domingo, 21 de noviembre de 2010

El caso Roldós: la punta del iceberg

Por Juan García Lujan
El caso Roldós es sólo la punta del iceberg de lo que está ocurriendo en la sanidad en las islas en los últimos años. Sólo por la gestión de la hemodiálisis en dos hospitales canarios una empresa privada, la inmobiliaria Lifeblood, podría obtener unos beneficios cercanos a los 6 millones de euros. Negocio privado dentro de las instalaciones de dos hospitales públicos. Esto hubiera ocurrido igual si la empresa se llega a llamar Lifeblood, Baxter o Amigos de Pelotazos Populares Asociados. Estamos asombrados por la concesión a Lifeblood, (y debemos estarlo teniendo en cuenta la trayectoria gurteliana de la empresa y de alguno de sus promotores) , pero no perdamos de vista el principal problema de la sanidad en las islas: el modelo que sigue nuestro gobierno es el de Esperanza Aguirre, negocios privados a costa de nuestros riñones (Lifeblood) y toda nuestra salud.
Frente al discurso- consigna del gobierno canario de que los servicios esenciales no se verán afectados por los recortes de los presupuestos, está la realidad de los datos, las instrucciones internas al personal de la comunidad autónoma, el recorte de los recursos que se suministran en esos servicios esenciales. Ayer el sindicato de médicos dio una rueda de prensa en la que avisó que los recortes de personal y de recursos sanitarios provocarán el incremento de las listas de espera y bajada de la calidad asistencial.
Nuestras universidades públicas están formando médicos y enfermeros. Pero luego la consejería de sanidad no contrata personal y las empresas privadas pagan una mierda de salarios e intentan que uno haga el trabajo de tres. La consecuencia es que 78 de cada 100 estudiantes que acaban la carrera de Medicina en Canarias no encuentran empleo y deben de irse a otras comunidades o emigrar o otros países. Estamos formando los médicos que contratarán otros.
La causa de este panorama no es la crisis económica. Antes de la crisis la estrategia de la consejería de sanidad era retrasar la convocatoria de las ofertas públicas de empleo, de esta forma teníamos a un personal precario y no protestón en la sanidad pública y las empresas privadas tenían más donde elegir. Canarias está a la cola del gasto medio por habitante en sanidad. Habría que decir que estamos a la cola de la cola, porque el panorama estatal no es positivo: España, Portugal y Grecia son los tres estados de la Europa de las 15 con menor gasto de sanidad por habitante.
Los gobiernos nos dirán que invierten menos porque los presupuestos son menores, porque somos más pobres. Pero también es cierto que los presupuestos públicos serían mayores si no tuvieramos un sistema fiscal regresivo, que beneficia a las rentas más altas. Según el profesor Vicens Navarro, Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona y director del Observatorio Social de España, un trabajador de una fábrica en España paga en impuestos el 74% de lo que paga su homólogo en Suecia, mientras que un empresario del mismo sector paga el 38% de lo que paga su equivalente en Suecia. Si a esto añadimos que los empresarios canarios disfrutan de un marco fiscal privilegiado respecto a los españoles mientras los sueldos en Canarias son los más bajos, pues podemos hacernos a la idea de que en las islas los pobres son más pobres y los ricos más ricos.
Por eso estaría bien que el caso Roldós pueda ser no sólo para cambiar el resultado del concurso, sino para cuestionar la privatización del servicio de hemodiálisis. En tiempos de crisis no nos podemos permitir que una empresa privada (y mucho menos una inmobiliaria de oscura trayectoria) gane casi 6 millones de euros de presupuesto público a costa de nuestra salud. That's the cuestion, Mr. Bañolas. 
Publicado en http://www.canariasahora.es/opinion/6340/

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