jueves, 11 de noviembre de 2010

Demasiado impecable para ser perfecto

EL CONCURSO DE LA HEMODIÁLISIS ENTRA EN FASE DE REVISIÓN ADMINISTRATIVA

Mercedes Roldos
Ya se han puesto los más aguerridos técnicos independientes (¿independientes?) de la Consejería de Sanidad a revisar hilo por pabilo la adjudicación del concurso de hemodiálisis del Área Norte de la sanidad grancanaria y del hospital de Lanzarote a la empresa Lifeblood. Tienen la orden del nuevo consejero del ramo, Fernando Bañolas, de repasar dónde puede estar la fisura por la que pudiera haberse colado una irregularidad, una corruptela, un exceso de alguien. La primera impresión que se han llevado todos los que han repasado el expediente, y son muchos, es que se trata de una obra perfecta, de una tramitación impecable, de una pieza de coleccionista, si es que hay coleccionistas de expedientes administrativos. Pero precisamente en esa perfección han encontrado su principal debilidad: ¿cómo es posible que un expediente de la Comunidad Autónoma de Canarias no presente un sólo fallo en su tramitación? ¿Cómo es posible que una adjudicación así, con las connotaciones externas al expediente que presenta, sea impecable a rabiar? El secreto está en el pliego de condiciones, que no fue recurrido por nadie en el momento procesal oportuno, porque sin un pliego así no habría podido salir una adjudicación así.

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