Tanto Montelongo como Rita Martín han actuado conforme a los principios que, por norma general, ha empleado el PP a su paso por las instituciones públicas canarias, con el único sometimiento a las indicaciones del líder. Y al referente ético que el líder encarna. Y claro, cuando el líder hace lo que hace o permite lo que permite, es lógico que la secta se conduzca como se conduce. No hay constancia de que Soria haya afeado jamás al grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Santa Cruz que falsificara facturas con gastos en gayumbos y bragas los dineros irregularmente sacados de las arcas publicas; del mismo modo que los diputados del PP han ido cobrando a través de cheques las cantidades asignadas por la Mesa del Parlamento a los gastos del grupo parlamentario, tal y como reconoció en su día ante una juez el mismísimo Soria cuando trato de justificar la gran cantidad de dinero en metálico que maneja. Pero, ¿cómo puede estar mal vista en el PP la malversación de fondos públicos si ese partido lleva de número uno al Parlamento por La Gomera a un condenado en primera instancia por ese delito, el ex nacionalista Esteban Bethencourt? Desde luego el referente ético cojea por donde quiera que se mire y con esos mimbres difícilmente se puede hacer mejor cesto.
Publicado en http://www.canariasahora.com/topsecret/ampliar/14511/
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