Zerolo se siente coaccionado

EL ABOGADO DE LA PLATAFORMA DEL PGO LO AMENAZÓ CON LA LEY, UN ESPANTO

Nadie ha amenazado a Miguel Zerolo, alcalde de Santa Cruz de Tenerife, ni a ninguno de los concejales que le acompañan en el gobierno municipal, con propinarles un tenicazo ("tonicazo", por emplear el término de Hilario Rodríguez, concejal de Seguridad Ciudadana). Ni tampoco tenemos registrado en nuestra hemeroteca ningún insulto tipo "godo" pronunciado hacia alguna autoridad desde las filas de la plataforma contra el Plan General de esa ciudad. Miguel Zerolo y varios de sus compañeros se personaron no obstante el sábado en el juzgado de guardia para interponer una denuncia por amenazas y coacciones contra los abogados de esa plataforma, que sencillamente los han amenazado con acciones legales si aprueban el planeamiento con todos los reparos legales que tiene en su contra. Dice Zerolo que uno no puede gobernar si alguien lo amenaza con la cárcel, sentimiento que no lo ha embargado todos estos años en los que ha estado imputado por presuntos delitos susceptibles de prisión por corrupción en el caso de Las Teresitas. La reacción del alcalde se parece muchísimo a la que tuvo su compañero de filas (y de filias y fobias) Alfredo Belda, cuando bramó como un jabalí dentro del Parlamento al enterarse de que un ciudadano al que CC y el PP le querían endilgar injusta y temerariamente las responsabilidades políticas del caso Eolo amenazó a los diputados con llevarlos ante los tribunales. Belda logró que aquello fuera a la fiscalía, que lo archivó por insustancial y estúpido. El ciudadano no se querelló porque le recordaron que, incluso ante los acuerdos, arbitrarios, injustos y falaces, sus señorías gozan de inviolabilidad en el ejercicio de su cargo. Los alcaldes y concejales no tienen esa suerte.
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