EL PRESIDENTE DEL PP CANARIO EXPLICA SU CASO COMO PARADIGMA DE “PERSECUCIÓN”
Ya lo habrán leído en la crónica de nuestro compañero en Madrid Federico Echanove:
Soria tuvo una larga intervención en el comité directivo nacional del
PP del pasado sábado, en el que Mariano Rajoy ejerció de Aló Presidente
para proclamar vía satélite que él era un aplicado opositor que viviría
mejor con su sueldo de registrador de la propiedad. A ver quién si no
lo mandó meterse en este tinglado del que va a salir bastante mal
parado. Políticamente, añadimos acto seguido en aplicación de la
doctrina pepitiana de que todo vale si lo que se dice lleva ese
latiguillo. Pero a lo que íbamos, Soria se explayó y hasta se puso como
ejemplo de político casto y puro perseguido por los malvados periodistas
que incluso lo lograron sentar ante una juez y un fiscal anticorrupción
por el llamado caso Salmón. Y aquí me tienes, Mariano, vivito y
coleando, así que no te preocupes, admirado presidente, que de esta
también salimos. Claro que Soria no contó que para salir de aquel
atolladero le echaron un par de manos gloriosas que tuvieron incluso el
descaro de proclamar que no era de recibo acabar con aquella prometedora
carrera política por un cohecho impropio que la fiscalía dio por prescrito y la juez por justificado.
Soria se posiciona ante la dirección nacional de su partido por si
hubiera o hubiese alguna posibilidad de ser él el elegido para sustituir
a Rajoy en aplicación de la exigencia lanzada este domingo por Pérez
Rubalcaba de que dimita y de paso a otro presidente que transmita más
confianza y fiabilidad. Y en eso Soria es un campeón. Si no, que
pregunten en Repsol.
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