no morir idiota
La reciente aparición
del movimiento OCUPA EL CONGRESO me ha puesto los pelos de punta. Y
aviso: OCUPA EL CONGRESO es una manipulación del
anarcocapitalismo, es decir de la elite Internacional, para
desestabilizar el Estado, bueno, lo poco que queda ya de él, y su medio histórico es la Revolución.
Todavía hoy muchos siguen pensando que salir a la calle a enfrentarse a la policía es la mejor y la
única manera de cambiar algo. Pero la historia está ahí para
contradecir esta afirmación: después de la revolución siempre vino la
guerra civil y la
dictadura (revolución francesa, revolución rusa o guerra civil
española). La verdadero historia que ha sido ocultada es que todas las
grandes revoluciones fueron creadas y dirigidas por el poder en la sombra (ver SUTTON, MULLINS, MARRS)
¿QUIÉN está detrás de este supuesto movimiento espontáneo que ya está llenando la red, los periódicos, las redes sociales y nuestros correos personales de llamadas a la rebelión a través de una acampada y toma del Congreso?
No soy la única en preguntárselo:
Yo que me dedico a escribir y publicar en la red sé que algo corra como la pólvora por la red sólo es posible con un gran dispositivo de equipos materiales y personas que trabajan muchas horas al día para lograr inundar la red del mensaje requerido.
Por
eso quiero alertar: no caigamos otra vez en la trampa del 15M, OCUPA
EL CONGRESO no es un movimiento libertario sino ingeniería social desde
el poder, el gran poder, como se pudo constatar en la Acampadasol, donde
realicé una investigación:
Esto ya ocurrió el años pasado. Cito un artículo Antimperialista (la negrita es mía) que lo explica muy bien:
" La única forma de conseguir mantener unas
estructuras autoritarias de poder (…) es gracias a un continuo y perpetuo
enfrentamiento (o a la escenificación del mismo) entre dos opuestos, con independencia de quién
ejerza el poder en cada momento y de su signo ideológico. Igualmente, la única manera de fortalecer tales estructuras es mediante el
enconamiento de dicho enfrentamiento."
"Esto es lógico, pues, mientras subsista el enfrentamiento, la existencia de relaciones de
poder de dominación-sometimiento serán necesarias, y cuanto más dure o más
intenso se haga, más se esforzará el dominador por someter al dominado y, con
ello, más se perfeccionará el sistema".
" Por esto, se podría decir que el verdadero poder (que dista
mucho de ser el llamado poder político) no tiene ni más ni menos interés en que
un partido u otro sea el que alcance el gobierno, sino en que el enfrentamiento subsista y, con ello,
el modelo de sociedad de estructuras autoritarias que a él le interesa. Una
sociedad a la que podríamos denominar patriarcal-autoritaria".
" El interés en el mantenimiento y fortalecimiento de este
tipo de sociedad de estructuras autoritarias (de dominación-sometimiento) se
debe a la necesidad que tiene el poder de movilizar a amplias masas
poblacionales en un mismo objetivo: la
producción por encima del desarrollo personal de los individuos; conseguir que
los seres humanos vivan para trabajar y no trabajen para vivir; en otras
palabras, conseguir mantenerles en la esclavitud. Todo lo anterior sólo
puede llevarse a cabo a través de un modelo de sociedad jerarquizada, con
estructuras autoritarias de poder que propicien un “juego social” encaminado a
la productividad, por encima del desarrollo personal de los individuos."
¿qué fue el 15M?
Historia de una revolución fabricada
En el 2010, una inmensa cobertura mediática en periódicos, radios y televisión, literalmente fabricó el éxito del caótico e impresentable panfleto ¡Indignados! de Stefane Hessel, como ya se había hecho con Rebelión en la granja de
Orwell (un éxito fabricado por la CIA, ver Stonor Saunders, (2001) la
Cia y la guerra fría cultural). Sin que nada lo pueda justificar, dicho panfleto
desestructurado, ideológicamente confuso y sin ninguna verdadera
propuesta se convirtió en unos meses, de manera incompresible, en un
best-seller en todas las librerías de Europa. Este texto sin pies ni cabeza
será referido por toda la prensa oficial, nacional e internacional, como
“la principal fuente ideológica” del movimiento de los indignados (ver RTVE, Informe Semanal 4 junio 2011) . Y pedía,
como solución a la crisis, un Gobierno Mundial con sede en la ONU.
VER:
Poco tiempo después de la gran campaña publicitaria de
Hessel, un movimiento ciudadano español, cuyo núcleo no se conoce (como el de Ocupa el Congreso, por cierto) tomó el
nombre de Indignados. Pero no era un único núcleo sino que
aparecía como atomizado bajo varios nombres: “Democracia Real Ya”, “No les
votes” “15M” e “Indignados”. Una semana antes de las elecciones del 22 de mayo, surgió
una acampada supuestamente espontánea que no cesó de repetir ¡No les
votes!, es decir apoyar el voto nulo o la abstención.
Desde el primer momento, el fenómeno fue denominado Spanish
Revolution por los medios americanos, cuando en España todavía nadie
tenía muy claro qué querían aquellos jóvenes de la Puerta del Sol. Era como si
los periodistas estadounidenses estuvieran mejor informados que los españoles.
Pero, con una atenta observación de lo que acontecía
en la Puerta del Sol, varios investigadores, entre los que me
encontraba, constataron una asombrosa estructura organizativa, casi
militar, en la Acampada de Sol; unos medios técnicos y materiales
sorprendentes, cuya procedencia nadie en la acampada conocía (generadores eléctricos,
antena parabólica y de Internet, suministro constante de gasoil, una radio
instalada en un piso cedido por una amable asociación) y, sobre
todo, la extraña presencia de un equipo de jóvenes coordinadores que
dirigían con mucha autoridad las comisiones de Comunicación, Coordinación
Interna y Dirección de Asambleas, unos treintañeros que más parecían salidos de
ICADE que de una casa okupa de Lavapiés. Uno de
ellos era Tomasz Szabelewski que se presentaba como portavoz del 15M,y que
resultó ser uno de los think-tanks al servicio de la Fundación Everis,
presidida por el siniestro Eduardo Serra.
Estos jóvenes, que no tenían ningún aspecto de ser antisistema, no dormían en la acampada y llegaban cada mañana fresquitos y planchaditos, durante los quince días dirigieron todas las
asambleas
generales, alterando las votaciones, censurando las intervenciones de
algunos
participantes críticos, entre los que me encontraba, y encauzando la
reflexión hacia temas completamente
intrascendentes. Otro investigador, Daniel Estulin, logró localizar un
piso
volante en la Calle del Pez, en el que una treintena de jóvenes con gran
número
de equipos informáticos y bajo la dirección de un joven estadounidense,
cuyo
nombre no recuerdo, trabajaban en las redes sociales para difundir
mensajes,
convocatorias y lemas. Muchos voluntarios, verdaderamente espontaneos,
de la Acampada y que trabajaban en Comunicación, se quejaron de que los manifiestos que ellos acababan de colgar desaparecían de la Web de la Acampada ,
cuando en principio sólo ellos eran los que estaban al mando de
dicha Web en ese momento. Existía pues un equipo que trabajaba desde la sombra en
el control de lo que se colgaba en la web de la Acampadasol.
El movimiento 15M fue un proyecto de
ingeniería social para controlar y canalizar la disidencia:
consiguió desorientar y dividir el voto de izquierdas, el mayor descalabro de la izquierda en toda la historia de la democracia, mientras el voto
conservador, siempre más disciplinado, le dio la victoria a la derecha y el PP
arrasó, en las autonómicas primero, y después en las generales.
Tras las elecciones, la cobertura mediática a los
indignados despareció como por arte de magia.
Este es un ejemplo reciente de lo fácil que resulta a
los expertos en control mental manipular a la población y cambiar el resultado
de unas elecciones libres en una democracia.
El fenómeno de las Primaveras Árabes es similar en
metodología, pero es mucho más siniestro, pues provocó cientos de miles de
muertos y guerras civiles Esta aparente revolución espontánea de un
pueblo cansado de la tiranía permitió derrocar al presidente tunecino,
al Presidente Mubarrak, pero su fin era asesinar a Gaddafi e instalar en la Suiza
de Africa, rica en petróleo, agua y con una posición geoestratégica
inmejorable sobre Africa, un gobierno afín a los intereses estadounidenses.
Este vergonzoso genocidio del pueblo libio, en el que España ha
participado, ha sido denunciado por numerosos periodistas, algunos
de ellos han muerto por ello y el francés Thierry Meyssan, de Red Voltaire, logró salvar la vida
in extremis tras ser secuestrado.
Pensamos que estamos fatal, pero OCUPA EL CONGRESO busca llevarnos a mucho peor.
Yo creo que vienen a por nosotros, no les basta con el genuflexo Rajoy. Quieren de verdad acabar con España.
Dicho esto, no me creas.
Investiga por tu cuenta y, si descubres quién está detrás de Ocupa el Congreso, escríbeme.
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