¿Nacionalización de Bankia ? Por Julio Anguita
"Ante la situación de Bankia - escribe Julio Anguita - el nuevo presidente de la misma, el señor Goirigolzarri, ha conseguido de su consejo de administración que pida al Gobierno la nacionalización del 100% de la entidad. El presidente de Gobierno ha declarado que deja en manos de los nuevos responsables la decisión de nacionalizar". Es decir, se pone la decisión en manos de quienes debieran se investigados
Ante la situación de Bankia el nuevo
presidente de la misma, el señor Goirigolzarri, ha conseguido de su consejo de
administración que pida al Gobierno la nacionalización del 100 por cien del
Banco Financiero y de Ahorros, que controla el 45 por ciento de Bankia. Además se demanda que el Frob inyecte a
Bankia una cantidad entre 7.000 millones y 10.000 millones de euros. El presidente de Gobierno ha declarado que
deja en manos de los nuevos responsables la decisión de nacionalizar .Una
decisión que implica un desembolso económico del erario queda pues en las manos
de quienes debieran ser investigados por las causas, razones y orígenes de la
situación de la entidad.
El artículo 128. 2 de la Constitución dice: Se reconoce la iniciativa
pública en la actividad económica. Mediante ley se podrán reservar al sector
público recursos o servicios esenciales, especialmente en caso de monopolio, y
asimismo acordar la intervención de empresas cuando así lo exigiere el interés
general. De lo anterior, y si no hay una explicación más detallada, estamos
ante un caso de socialización de las pérdidas mediante la entrada a saco en los
fondos públicos. Una acción que, tras el saneamiento de la entidad, la
conducirá de nuevo al sector privado. Y es que tras la política de recortes
(que no de austeridad) en los servicios públicos más elementales, hubiera sido
un escarnio la inyección de fondos sin más.
Estamos ante una política de imagen; ante un lavado de cara. Los
acontecimientos de estos días están demostrando que lejos de aquella boutade de
Rodríguez Zapatero sobre la solvencia de la banca española, ésta fue
imprudente, imprevisora y de escasísimo rigor y seriedad.
El ladrillo fue la bacanal en la que unos
aventureros arriesgaron lo que no tenían y ahora pretenden hacer, en nombre de
no sé qué patriotismo, una razia, una incursión, un saqueo en el dinero
público. Supongo que el país se estará
dando cuenta de en qué manos hemos estado y seguimos estando. La debacle que se veía venir ha comenzado.
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