domingo, 15 de abril de 2012

IC pide unidad este 1º de Mayocontra los recortes en sanidad y educación

No vamos a quedarnos cruzados ante estos ataques a la mayoría de la población, aseguran IC

La Federación de Salud de Intersindical Canaria hace un llamamiento a todas las organizaciones sindicales, vecinales y sociales para organizar una gran movilización con vistas al 1º de Mayo, contra los recortes en sanidad y educación.
Denuncia públicamente el nuevo recorte de 10.000 millones de euros en Sanidad y Educación anunciado por el gobierno de Mariano Rajoy. Que el ejecutivo español anuncie a través de una nota de prensa el mayor recorte en gastos sociales de la historia demuestra que estamos ante una decisión antidemocrática. Hasta los medios cercanos al partido del gobierno reconocen que la decisión del drástico recorte la tomó el gobierno de Rajoy para satisfacer a los mercados financieros.

Creemos que el gobierno español no fue elegido para obedecer las órdenes de los especuladores, de los que han provocado la actual crisis económica y siguen beneficiándose de ella. Ni en su programa electoral, ni en los mítines celebrados durante la última campaña electoral por el Partido Popular, se anunciaba que se iba recortar los presupuestos de Educación y Sanidad. Al contrario, el propio Mariano Rajoy declaró en noviembre de 2011 que no iba a recortar los servicios públicos de la Sanidad y la Educación.

El
PP ha engañado a su electorado y a toda la sociedad. Los Presupuestos Generales del Estado aprobados en el último Consejo de Ministros y el nuevo recorte anunciado en la nota de prensa suponen el ataque más duro que ha sufrido el Estado de Bienestar. Por eso desde la Federación de Salud de Intersindical Canaria queremos hacer un llamamiento a todas las organizaciones sindicales, vecinales y sociales para organizar una gran movilización con vistas al 1º de Mayo, contra este ataque a la mayoría de la población.

En
Canarias ya estamos sufriendo las consecuencias graves en la sanidad provocadas por los recortes presupuestarios realizados  los últimos años por el gobierno canario y el estatal. Las listas de espera se han incrementado un 19 %. En sólo seis meses las listas aumentaron en 4.000 pacientes. En la sanidad pública canaria se han recortado en los dos últimos años 410 millones de euros y concertado con la privada 210 millones de euros el último año. Con el cierre de quirófanos de tarde y reducción de plantillas, se puede calcular que en toda Canarias el número de pacientes de las listas de espera quirúrgica que no van a ser intervenidos se elevarán a unos 10.000 a final de este año.

No vamos a quedarnos cruzados ante estos ataques a la mayoría de la población, a los ciudadanos más débiles, a los que llevamos años pagando una crisis que está haciendo ricos a los más ricos. Por eso los próximos días vamos reunirnos con diversas organizaciones sociales para preparar movilizaciones contra los presupuestos generales más antisociales de la historia.

Afirmamos que hay alternativas a los recortes, negamos que los servicios públicos no sean sostenibles. La financiación se ha de generar necesariamente desde las diversas fuentes de ingresos del sistema fiscal, de la lucha contra el fraude, de una política fiscal de impuestos directos progresivos sobre las rentas superiores, de quienes más ganan, y particularmente sobre las rentas de la Banca.

Los cambios sociales necesitan siempre fuerza social, el empeño político de la ciudadanía, ideas y voluntad para hacerlos efectivos, decisión y un proyecto capaz de encantar a muchos más de quien inicialmente lo suscribe y, sobre todo, una visibilización nítida en toda la sociedad que no puede ser sino la expresión de la movilización continuada. Si no hay un giro urgente en la política europea, si no se impone la cooperación y el reparto equitativo de la riqueza, si no se admite que quien debe gobernar Europa es la ciudadanía mediante sus representantes y no los grupos de presión y los poderes financieros. El modelo de crecimiento europeo tiene que ser de una naturaleza muy distinta a la vista en etapas anteriores. Lo que Europa necesita es apostar por un modelo de crecimiento cooperativo y coordinado, en donde la inversión pública y privada esté basada en las nuevas tecnologías y, en concreto, en las energías renovables y la investigación, en el respeto al medio ambiente y en la promoción de formas alternativas de producir y consumir. Es decir, es necesario establecer un plan de largo plazo que defina el tipo de sociedad y el modelo productivo que tendrá la economía. El resultado de todo ello depende del orden de prioridades que se establezca: si lo prioritario es la satisfacción de las necesidades humanas y el mantenimiento de los equilibrios básicos de la sociedad, en ningún lado está escrito que la mayoría de la sociedad deba quedar sin recursos, porque sea más importante garantizar el lucro incesante de una minoría privilegiada parapetada tras el eufemismo de los “mercados”.

La consideración de que hay que recortar para aumentar la eficiencia del sistema nos parece una incoherencia. Si hay despilfarro en el sistema, debe corregirse. Pero asumir que este despilfarro es generalizado es reproducir el sesgo anti público neoliberal que lleva el debate a discusiones irrelevantes, en lugar de análisis rigurosos y serios basados en la evidencia.

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