La primera filtración de la web Kanaryleaks no fue que digamos lo más sorprendente a este lado del Missisippi, pero resultó muy seguida por los lectores de CANARIAS AHORA, que sepamos, el único medio digital que divulgó de esos audios y esos vídeos conteniendo las declaraciones de Miguel Zerolo ante la magistrada Carla Bellini y la fiscal María Farnés Martínez, ambas dos contituidas en solemne sesion instructora en esa imponente sala de vistas del Palacio de Justicia de Las Palmas de Gran Canaria, con lo que eso duele. Pero aún resultando más novelera que sorprendente, esa filtración de la web ha provocado un efecto muy revelador en la claque periodística temedosa de que tanta investigación a políticos livianos de cascos pueda llegar a salpicarle más de lo que ya ha hecho. Al menos dos periodistas de ese multicolor universo de escribanos al servicio del régimen ya se han lanzado a demonizar la filtración en un acrobático ejercicio de cinismo profesional sólo explicable por sus ganas de que no haya meneos en ese mundo de podredumbre en el que tanto beneficio han obtenido. Porque se podrán imaginar ustedes lo bien que han venido a ambos filtraciones de sumarios judiciales perjudiciales para sus contrarios, condición que han adquirido aquellos cargos públicos que no se prestaron al enjuague, bien en forma de contratación de superconficenciales, bien en forma de huida y tentetiseo del Clan de la Avaricia. Pues bien, a lo que íbamos, esos dos periodistas tan del régimen han concluido que el caso de Las Teresitas es un ejemplo de libro de lo que es una persecución injusta al alcalde Zerolo, una maquinación parida y ensolerada por los malditos socialistas para elevar a Juan Fernando López Aguilar a los altares. Como todos los periodistas sicarios, estos dos también tienen una flaca, pero que muy flaca, memoria.
Publicado en http://www.canariasahora.com/topsecret/ampliar/14256/
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