miércoles, 15 de diciembre de 2010

Ramón Pérez Almodóvar advierte de la censura mediática que existe en Canarias

“Esto es un espacio muy reducido donde no hay pluralismo, ni se permite el pluralismo político prácticamente, por lo que tienes que ceñirte a lo que quiere un régimen” dijo

Ramón Pérez Almodóvar
El periodista Ramón Pérez Almodóvar analizó en una entrevista para Radio San Borondón la actualidad de las islas, centrando su intervención en el papel que juega la prensa y tras asegurar que le han censurado información en varios periódicos o que el actual presidente del Gobierno trató de que un periódico de ámbito estatal no publicara nada sobre la gestión de Ana Oramas durante el intento de secuestro de la concejala Raquel Lucía Pérez, afirmó que “No es nada agradable tener que emigrar porque en tu tierra es imposible trabajar, porque está todo absolutamente controlado por cuatro o cinco familias que impiden que la gente esté bien informada”.
Háblanos del papel de los medios de comunicación de las islas
Yo siempre digo que hay que saber quiénes son los propietarios de los medios. A partir de ahí empiezan a entenderse determinadas informaciones, determinadas posiciones de los medios. Eso hay que tenerlo claro, porque no se aprende en ninguna universidad sino en el trabajo diario y bueno es lo que nos ha tocado vivir aquí y lo que hay que hacer simplemente es seguir creando medios, apoyando los alternativos que ya existen, intentar hacer cosas nuevas, como en su momento fue el periódico “Pásalo” que fue una iniciativa muy interesante, porque contribuían muchísimas personas a la distribución. Se llegaron a distribuir hasta 5.000 ejemplares cada vez que salía. Eso ha sido una de las cosas más bonitas que he hecho como periodista, porque se tratraba de un periódico que le interesaba de verdad a los vecinos, donde salían ellos y con información, ademas, donde se hacían análisis, no sólo de corrupción sino de otras cosas, y que trataba de hacer pensar a los demás y reflexionar sobre el mundo en que están viviendo en concreto, qué es lo que estamos viviendo aquí y eso no te lo permite hacer ningún medio privado de los que hay ahora mismo funcionando.
¿Qué posibilidades tenemos de volver a ver el “Pásalo”?
Pues mira depende de muchas personas. Estos proyectos no son individuales, son colectivos y creo que además, dadas las circunstancias que se viven aquí, es más necesario que nunca la cooperación entre distintas organizaciones, distintos grupos para sacar nuevos proyectos. Si difícil es pues mantener la radio, pues un periódico como este aún más, ya que en su momento se tiraba sin publicidad prácticamente, por lo que se financiaba exclusivamente de la venta, al margen de que no se podía poner en los canales de distribución a través del monopolio que hay aquí, porque además meter una nueva cabecera en un quiosco, es como meter una aguja en un pajar. Entonces la distribución directa es la clave y eso exige participación de muchas personas, creo que dependerá de la voluntad, de si la gente quiere no sólo informarse, sino ayudar a que otras personas estén informadas, a que un proyecto así vuelva a salir adelante.
¿A qué edad empezaste a ejercer de periodista?
Hombre las primeras cosillas las hice con 18 ó 19 años, pero vamos lo más serio fue cuando fui corresponsal de El Mundo y de Onda Cero en Oriente Medio en el año 1992.
Después de todo un proceso de maduración profesional, ¿cómo has vivido la experiencia mediática y la frustración que tiene que suponer para los periodistas que no están dispuestos a claudicar que los medios quieran que sus profesionales traguen con todo?
Vamos a ver yo empecé en la editorial Leoncio Rodríguez antes de irme a Egipto. Estuve seis meses en “Jornada” cuando hacía información local. Ahí fue la primera experiencia, porque lo primero que hice fue preguntar en el comité de empresa por los derechos de los trabajadores, si había censura. Ahí me dijeron: censura no hay, lo que hay es auto-censura. Ellos te dicen simplemente no escribas lo que no tienes que escribir, algo que nunca he entendido. En el periódico también preguntaban si teníamos coche para movernos porque el transporte no se pagaba. Les dije que iría en taxi. Me acuerdo de la primera vez que reclame que me pagaran el taxi de ida y vuelta a un acto que tuve que cubrir de Fernando Onega en El Casino y porque había que escribirlo con rapidez y a partir de ahí se habilitó una caja para pagar los desplazamientos de los redactores a distintos actos. Hasta ese entoneces nadie había reclamado nunca una cosa que estaba en el convenio colectivo de la empresa.

Después de irme fuera un tiempo, trabajé un año en Canarias7, para irme otro año a Italia y al volver me puse a trabajar en Diario de Avisos. Ha sido todo un proceso de toma de posición al final, porque uno trata de informar a la población, a los lectores. Supuestamente uno se cree que van a leer las noticias que uno escribe en las secciones de economía o de política y bueno hay que ser muy optimista para pensar eso, pero por lo menos tratas de informar. En distintos sitios por supuesto que me han censurado, me han censurado informaciones en el Canarias7 y en Diario de Avisos, pero tampoco te creas que eran cosas así, eran simplemente porque las empresas que estaban afectadas financiaban los suplementos de algunos periódicos.
Mi experiencia en ACN fue definitiva, porque ahí sí que empezamos a publicar todo lo que teníamos y eso creó muchísimo malesta, con el añadido de que yo también era corresponsal de El Mundo en Tenerife en el año 2000 y salían las cosas a nivel nacional.
Puedo decir que el actual presidente del gobierno, Paulino Rivero fue a hablar con el jefe de ediciones del diario ABC para que no publicáramos lo que estaba trasmitiendo la agencia en ese momento cuando Ana Oramas era alcaldesa de La Laguna y cuando fue el intento de secuestro de la concejal Raquel Lucía Pérez, y fueron a hablar allí para que no se publicara nada de lo que estábamos sacando, que lo sacamos todo con documentación.
Al final, uno siempre trata de informar a la población. La única línea editorial que hay hacer cumplir es el artículo 20 de la Constitución, el derecho que tienen todos los ciudadanos a recibir información veraz, pero claro las cosas se van complicando y al final esto es lo que hay. Esto es un espacio muy reducido, no hay pluralismo, no se permite el pluralismo político prácticamente, sino que tienes que ceñirte a lo que quiere un régimen y, en ese sentido, no queda más remedio que buscar otra vía, al margen de lo que hay.
¿Cómo fue la experiencia de tener que emigrar?
No es nada agradable tener  que emigrar porque en tu tierra es imposible trabajar, porque está todo absolutamente controlado por cuatro o cinco familias que impiden que la gente esté bien informada. De todas maneras, si hay una cosa que creo que marca un poco todo esto, es la sentencia que gano por el derecho de la libertad de expresión y de información en Canarias, que yo creo que es uno de los pocos casos que se ha dado en el estado español.
Recientemente vi en un canal del grupo Prisa cómo entrevistaban al director-editor del periódico El Nacional al que acaban  de darle el premio a la libertad de expresión que concede El Mundo. El presentador del programa, Antonio San José, se solidarizó en nombre de todos los profesionales de España con este señor, con Enrique Otero, por su trabajo por la libertad de expresión en Venezuela. Yo me siento muy mal al ver esas cosas cuando resulta que en Venezuela hay libertad de expresión porque de hecho insultan hasta al presidente, siguen editándose periódicos, siguen emitiendo televisiones, hay más de 500 medios privados, distintos medios que ofrecen otra visión de la realidad, cosa que no ocurre aquí en absoluto. Entonces me parece absolutamente absurdo este tipo de premios y además que ni siquiera se haga una crítica interna de todo lo que pasa en este país, donde la mayor censura se da en el interior de los medios de comunicación, como saben muchos de los compañeros que ahora mismo están trabajando en los medios de Tenerife,  y como muchas personas que han salido en esta radio y que han ido a determinados medios a intentar difundir su denuncia y les han dicho que no se puede, como por ejemplo Felipe Campos, a quien en muchas ocasiones he escuchado decir que le han censurado en periódicos o en radios en Tenerife. Pues eso es lo que está pasando mientras se reconocen a fascistas que defienden la libertad de expresión en Venezuela.

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