miércoles, 29 de septiembre de 2010

Huelga general contra Zapatero y el PSOE

Huelga general contra Zapatero y el PSOE

Más de 18 millones de trabajadores llamados a la huelga Otros 4,6 millones de personas no respaldarón la convocatoria porque no tienen trabajo y forman parte de ese 20,09 por ciento de la población activa que está desempleada
 
Muchos de ellos son parados de larga duración casi un millón ha agotado la prestación y vive como puede con los 426 euros de la prórroga del subsidio y más de un millón de familias tienen a todos sus miembros en la enorme fila del paro. Y lo peor es que el horizonte de la recuperación del mercado laboral permanece aún tan lejano nadie se atreve a adivinar el final de este calvario , convertido en el principal problema de los españoles. En este contexto, los sindicatos pararón el país un día entero, con el fin de forzar una rectificación que Zapatero. La apuesta sindical fue arriesgada habida cuenta de que los sondeos de opinión son coincidentes que dos terceras partes de la población no queria la huelga.
Abierto el debate sobre la función real de los sindicatos, su posible anquilosamiento e incapacidad de convertirse en modernas agencias de empleo; cuestionada su operatividad y la pertinencia de tener una legión de liberados sindicales en las administraciones públicas y las empresas en época de crisis, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo se jugaron un posible fracaso, algo más que sus propios puestos
Y se la debería jugar también Zapatero, responsable del primer gobierno, «de izquierdas y progresista», que recorta derechos a los trabajadores, en el contexto de un tijeretazo social que también alcanza a pensionistas, madres recientes, gasto farmaceútico... Pese a ello, las críticas al Ejecutivo socialista por parte de UGT y CC.OO. son casi nulas . Mendez y Toxo culminaron la jornada de huelga con una manifestación en la Puerta del Sol, frente a la Presidencia de la Comunidad de Madrid.

Toxo no tuvo remilgos en reconocer que la huelga es «una gran putada», sabedor de que la fuerza de los hechos, los de Zapatero, les ha empujado.

Para CCOO el Gobierno ha cambiado drásticamente su política económica y social para afrontar la crisis y que ha pasado del discurso de «no saldremos de esta crisis con menos derechos de los trabajadores sino con más» y del «no habrá reforma laboral sin el acuerdo con los agentes sociales» a imponer medidas que congelan pensiones, recortan salarios, limitan derechos de las personas dependientes y retiran más de 6 millones de inversión publica con lo cual renuncian a animar la actividad económica y a crear empleo. Y todo sin que se haya planteado reformar el sistema financiero ni aumentar los ingresos persiguiendo el fraude fiscal y la economía sumergida, por ejemplo.
Ademas el Gobierno ha promovido una reforma que no ayuda a los parados a encontrar empleo, que les deja en las manos de empresas privadas de colocación que aspiran a hacer negocio aprovechándose de su situación; si es un trabajador temporal puede quedarse como tal indefinidamente, y si es fijo podrá ser despedido más fácilmente o ver cómo sus condiciones de trabajo son modificadas por el empresario.
Tambien el Gobierno ha anunciado una reforma del sistema público de pensiones injusta e innecesaria que pretende alargar la edad de jubilación hasta los 67 años. ¿Qué se le puede decir a un joven en paro si sabemos que cada año que se alarga la edad de jubilación dejan de crearse 250.000 empleos? ¿Qué se le dirá a un trabajador de la construcción que seguirá en el andamio hasta los 67 años? Esta huelga tiene que evitar que avance esta regresiva reforma anunciada.
La huelga fue un éxito. Y lo que pasará es que más tarde o temprano el Gobierno se verá obligado a rectificar. Empezarán intentando minusvalorar el seguimiento de la huelga, continuarán escenificando un acto de firmeza y asegurarán, como ya están haciendo, que no van a cambiar nada, pero lo harán. Lo harán como lo hicieron Felipe González y José María Aznar
El presidente no puede olvidar que este otoño se inicia el ciclo electoral.
CÁNDIDO MÉNDEZ, Secretario general de UGT
Se le acusó de ser el tercer vicepresidente del Gobierno, de marcar el paso a Zapatero en política económica y de asistir impasible al crecimiento del paro. Pero , el secretario general de la UGT está plenamente convencido de que ha llegado la hora de decirle al jefe del Ejecutivo que no va por el camino correcto y que debe rectificar si no quiere tener enfrente a los sindicatos mayoritarios.
Porque se han adoptado medidas de ajuste que solo pagan los trabajadores y no quienes irresponsablemente alimentaron la burbuja inmobiliaria , Ley del Suelo de 1998) y el enorme endeudamiento de las familias . También porque el Gobierno paga los excesos de especuladores y entidades financieras recortando retribuciones y pensiones pero sin acometer una reforma fiscal para que paguen quienes tienen mayores niveles de rentas y combatir el enorme fraude fiscal. Y también convocamos la huelga general porque mientras los empresarios aprovechan la crisis para abaratar sus costes laborales, el Gobierno implanta unilateralmente una reforma del mercado de trabajo que no garantiza la creación de empleo ni tampoco mayor estabilidad laboral. Zapatero ha iniciado un camino que conduce a la privatización de las cajas de ahorro. Y convocamos la huelga porque la reforma de las pensiones que se anuncia es profundamente regresiva y porque a las medidas ya puestas en vigor se añade una grave amenaza contra la negociación colectiva, consistente en devaluar totalmente los convenios sectoriales
Celestino Corbacho
Con la reforma no se pierden derechos. Se dice que abarata el despido pero los días de indemnización son los mismos que antes. Introduce elementos de flexibilidad para que nuestra economía y empresas ganen competitividad, y apuesta decididamente por un trabajo más estable. Pueden no compartirse estos criterios pero son el fondo de la reforma.
A los ministros además de aplicarnos una congelación salarial se nos ha rebajado el salario un 15%, y el conjunto de los funcionarios y altos cargos ha tenido una rebaja salarial del 8% al 10%. A todas las personas con responsabilidad en el sector público se nos ha pedido un sacrificio y lo estamos haciendo.
Ademas la reforma ha sido aprobada por las Cortes Generales y ya no es propiedad del Gobierno: es una ley y no tiene marcha atrás, eso tiene que estar claro.
En mi opinión, no hay motivos suficientes pero entendemos la huelga en el derecho constitucional y la respetamos

Publicado en http://indicesiete.com/Article15631.phtml

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