Cuatro concejales y Manuel Fernández piden al alcalde la destitución por ''pérdida de confianza''
Llanos ya es historia en el Gobierno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. En plena crisis del PP insular, sacudido en las últimas semanas por el 'caso facturas', que ha dado la vuelta al país y ya está en la mesa de la Fiscalía Anticorrupción, la formación conservadora decidió esta mañana acabar con las escasas responsabilidades municipales que aún conservaba el que fuera líder del PP en el Consistorio hace poco más de un año. Todo con el beneplácito del alcalde capitalino, Miguel Zerolo, que autorizó la destitución vía decreto.
Aunque el origen del cese viene dado por un escrito firmado por cuatro concejales del PP (Jaime Hernández-Abad, Sheila Trujillo, Brito Arceo y Maribel Oñate) y por el consejero no electo que coló el partido con la firma del nuevo pacto, Manuel Fernández Vega, en el que se alude a una "pérdida de confianza" del Grupo Municipal en la figura de Llanos, la realidad es bien distinta. Fuentes consultadas por este digital no dudan en señalar directamente a la presidenta del PP tinerfeño, Cristina Tavío, como máxima responsable de la fulminante destitución.
La número uno de los conservadores en la Isla, de hecho, ha protagonizado un enfrentamiento constante con Llanos desde que éste desafiara su supremacía al frente de la Ejecutiva insular en 2008. Tavío, además, se ha convertido en el centro de la diana a la que apuntan los más críticos con la actuación del PP en el caso facturas. Con este movimiento, la formación de la gaviota centra todas las miradas en el cese de Llanos, lo que ayudará, junto con la época estival, a congelar un poco en el olvido el escándalo de la financiación ilegal del PP en el pasado mandato.
Ángel Llanos ha declinado hacer declaraciones públicas "de momento". Quien sí ha hablado, y de forma contundente, es el único edil popular en el Ayuntamiento que no firmó la petición de cese, Alfonso Soriano. El veterano político, que ya se negó a formar parte del Gobierno municipal tras la firma del segundo pacto del mandato, fue claro a la hora de confirmar que detrás de la destitución de Llanos hay "una estrategia" para acabar "no sólo políticamente, sino físicamente" con el hasta hace escasas horas responsable de Recursos Humanos.
"Esto ha sido mandado por alguien ajeno al Grupo, que ha chantajeado a los concejales, es algo inadmisible", sentenció Soriano. El edil del PP, asimismo, reconoció que "nadie" contó con él a la hora de redactar el escrito, y acusó a sus compañeros de "plegarse" a presiones externas. "Denunciaré siempre estas irregularidades, porque soy más del partido que los que están detrás", concluyó notablemente enfadado.
UN FINAL ANUNCIADO
Aunque el momento elegido ha sorprendido a más de uno, era cuestión de tiempo que Llanos saliese del Gobierno local. El escándalo del caso facturas ha tambaleado los cimientos de la Ejecutiva insular en los últimos días. Todo por una filtración anónima que, inicialmente pero nunca de forma pública, se atribuyó al concejal del PP. Una gota más en un vaso que rebosaba desde hace meses y que se empezó a llenar el día que Llanos se atrevió a desafiar a Tavío como presidenta insular. Desde entonces, el llamado en su campaña política como pibe de Ofra empezó un declive político, empujado desde la Ejecutiva, que le ha llevado a quedarse prácticamente sin apoyos dentro del partido. Sólo históricos dirigentes como Alfonso Soriano, Miguel Cabrera Pérez-Camacho o Fernando Fernández le han dado su respaldo públicamente. Los que un día fueron sus concejales de confianza, sin embargo, son los que ahora le han cavado su tumba.
Sólo Alfonso Soriano se ha mantenido fiel a Llanos, un joven político que tras su paso por el Cabildo, y después de trabajar cuatro años codo con codo con Tavío como secretario general, fue aupado a la candidatura a la Alcadía de la capital tinerfeña en 2007. Llanos se rodeó de personas que, salvo excepciones, eran unos auténticos desconocidos en la vida política de Santa Cruz.
Es el caso de Jaime Hernández-Abad, únicamente reconocido por algunos pinitos en el Ayuntamiento de La Laguna y por pasarse años como tertuliano en un programa del ya desaparecido Canal 7. Con Llanos, el joven político pasó de la noche a la mañana a ser concejal de Deportes, portavoz municipal y mano derecha del por entonces primer teniente de alcalde. Y no paraba de salir en las fotos. No hay que olvidar, además, que Llanos introdujo a su mujer como personal eventual dentro de la Concejalía de Patrimonio Histórico, ahora rescatada a través de Cultura. Hernández-Abad, pese a todo, fue el primero que se distanció de Llanos tras la ruptura del pacto hace un año escaso. Desde entonces, llevan meses sin hablarse.
Brito Arceo, por su parte, era más popular por su vida profesional como árbitro de fútbol y por su paso por reality-shows televisivos que por su gestión política. Su único legado del mandato anterior, cuando entró en el Gobierno que apoyaba el PP de Cristina Tavío, fue dar luz verde a una adjudicación cargada de polémica: la digitalización del Archivo Municipal. Llanos lo nombró concejal de Comercio, Turismo y responsable del Distrito Centro. Cuando estaba a punto de retomarse el pacto, Arceo aseguró a este digital que "nunca traicionaría a Llanos". Cinco meses después, su firma aparece en el escrito que ha propiciado su cese.
En la carta también figuran las rúbricas de Maribel Oñate y Sheila Trujillo. La primera recuperó en este mandato la gloria de organizar los siempre vistosos Carnavales, aupada al puesto de concejal de Fiestas que hoy, tras retomar el pacto, ha recuperado como oro en paño CC. La segunda, por su parte, sigue siendo tan desconocida como el día en que llegó al Ayuntamiento, más allá de las continuas peticiones de dimisión por parte de vecinos de Anaga, Distrito que ha dirigido en dos ocasiones distintas durante este mandato.
Junto a ellos firma el escrito Manuel Fernández Vega, hijo del secretario regional del PP en Canarias. Un joven político que se ha convertido en el reflejo de la gestión de Tavío dentro del Grupo Municipal, al que llegó como consejero no electo tras retomarse el pacto y con la clara intención de controlar desde dentro posibles salidas de tono de Llanos.
Este digital ha podido confirmar que Llanos no abandonará su acta de concejal y tampoco la militancia en el PP, por lo que se mantendrá como edil independiente dentro del Ayuntamiento, estatus del que ahora goza Alfonso Soriano, alejado también de las responsabilidades de poder. El último año de mandato, por tanto, se calienta aún más en el Palacio de los Dragos.
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