Tras la dimisión de Esteban Bethencourt como diputado y la consiguiente pérdida de su aforamiento, el tribunal del jurado que lo debe juzgar no puede ser el de los aforados, la Sala de lo Civil y Penal del TSJC, sino la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, que ahora deberá buscar un hueco para fijar día y hora, nombrar jurado y convocar a todas las partes. Échenle a la cosa unos cuantos meses, los suficientes para que el dirigente nacionalista gomero, que sigue apareciendo a las reuniones de Coalición Canaria en Valle Gran Rey a pesar de esas supuestas desavenencias con su partido, pueda presentarse a las elecciones tan ricamente. Porque aún dándose prisa la Audiencia Provincial y condenándolo nuevamente por malversación, el recurso ante el Supremo no se resolvería antes de 2012, año santo jacobeo para muchos que podrían tener ya pactada una salida honrosa a su complicada situación jurídica por la vía del indulto. Es la teoría que maneja el PSC y en la que nosotros ni entramos ni salimos, que allá cada cuál con lo que fía a san Mariano el pontevedrés. Por lo tanto, nos rendimos ante la evidencia: todo el mundo es inocente. Y si hay algún culpable, ya se encargará el inexorable paso de los años de aliviarle cualquier pesada carga. Por los siglos de los siglos, amén.
Publicado en http://www.canariasahora.com/topsecret/ampliar/13491/
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