miércoles, 25 de julio de 2012

La Policía empieza a hablar

EL SUP DENUNCIA REPRESALIAS A LOS POLICÍAS QUE INVESTIGARON AL PP
 
Lo venimos advirtiendo en esta sección de un tiempo a esta parte: la revancha de José Manuel Soria no tiene límites y en ella se van a ver envueltas todas las personas que en el pasado hayan podido ofenderle. Desde luego estamos incluidos en la lista de las ofensas a vengar periodistas y medios informativos como CANARIAS AHORA y quienes lo hacemos cada día. Adversarios políticos que no le bailaron el agua como pretendía, empezando por Paulino Rivero y terminando por José Miguel Pérez, por mucho que trate de buscar su complicidad; empresarios que no se han prestado al sainete de que toda la culpa de los recortes la tiene el Gobierno de Canarias, como ha ocurrido a Sebastián Grisaleña, que ha criticado duramente al Gobierno de Mariano Rajoy… Y pagarán sus ajustes de cuentas los ciudadanos de Canarias con las medidas específicas que ha tomado para que suframos sus desvaríos y lo que nos estamos perdiendo por no tenerlo gobernando aquí. A la lista de destinatarios de su revancha sumen también a los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía que, en el ejercicio de su profesión, tuvieron que investigar estos últimos seis años los comportamientos corruptos del Partido Popular en Canarias, desde el caso Góndola al caso Faycan, o los que, por encargo del TSJC, desnudaron la vida viajera y económico-financiera del propio ministro con ocasión del caso Salmón. Lo confirmó este martes en CANARIAS AHORA RADIO el secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Las Palmas, Francisco Sánchez Santos, que relató cómo a algunos de esos inspectores, que ocupaban puestos de jefe de grupo, han sido relegados a tareas de patrulla con uniforme, un castigo que, sin ser necesariamente degradación profesional, constituye un perjuicio personal y familiar para ellos

La Laguna sube el sueldo en 10.000 euros anuales a su gerente de deportes

CON LAS PROTESTAS DE LOS SINDICATOS

Asier Amador cobró el pasado año 51.152, 91 euros, y en 2012 cobrará 61.060,23, un 8,4 por ciento más. 
El Ayuntamiento de La Laguna ha aumentado el sueldo del gerente del Organismo Autónomo de Deportes, Asier Amador, en casi 10.000 euros anuales, “para homologarlo al de otros puestos semejantes en la administración”, lo que ha sido duramente criticado por los representantes sindicales de ese consistorio.
Asier Amador Robayna, que cobraba en 2011 un sueldo bruto anual de 36.440,61 euros, cobrará en 2012 un total de 45.382,07 euros, esto es, 8.941, 46 euros más. También le han aumentado las pagas extras de 6.073,42 euros a 7.550,34, lo que son 1.476,92 euros más.
De esta forma, el gerente de la OAD de La Laguna, percibirá este año 9.917,32 euros más y pasará de cobrar 51.152, 91 euros a 61.060, 23, o lo que es lo mismo, un 8,4 por ciento más. En la única partida en la que Amador ha visto rebajados sus ingresos es en la partida correspondiente a transportes, que le ha disminuido en 501,06 euros al año, al pasar de 8.638,88 euros a 8.137,83.
Fuentes municipales han afirmado a CANARIAS AHORA que la subida salarial del gerente, pese al recorte general de los salarios, se debe a que “el citado puesto directivo recibía casi las mismas retribuciones que un técnico superior de esta administración, pese a las mayores responsabilidades que tiene su cargo”.
Las mismas fuentes indicaron que se trata de “homologación de las retribuciones del cargo de gerente del Organismo Autónomo de Deportes a la de puestos semejantes”.
Frente a estos argumentos, los sindicatos de la junta de personal han puesto el grito en el cielo. Intersindical Canaria, ha emitido un comunicado en el que recalca que al gerente de deportes se le sube el sueldo, “mientras los sueldos del resto del personal van a soportar una reducción drástica de un 7 por ciento”.
Manuel Burgos, de IC, explicó que la denuncia del aumento de salario del gerente “es una más en nuestra campaña de denuncias” por sueldos y contrataciones que consideran, como poco, denunciables públicamente. Incluyen en esta campaña los aumentos de sueldo de otros 30 cargos de confianza con efecto retroactivo al 1 de enero, y que haya 146.000 euros destinados al pago a dos altos cargos para el llamado “foro anticrisis”.

Las autonomías que pidan el rescate podrán echar a personal laboral sin dar mayores explicaciones

Cerca de 3.800 ayuntamientos pueden romper ya los convenios firmados

Casi 3.800 ayuntamientos de toda España, entre los que se encuentran prácticamente todos los grandes, podrán tratar a su personal laboral no funcionario como si fueran una empresa privada en crisis. Tienen permiso legal para modificar unilateralmente los pactos y convenios colectivos, con la única explicación de que están sometidos a un plan de ajuste de su déficit. El propio Ministerio de Hacienda ha metido en sus cálculos macroeconómicos de 2012 y 2013 que las entidades locales provocarán un aumento del paro por despidos y EREs.

Nadie se atreve a dar cifras concretas sobre el número de despidos que podrían producirse entre el personal laboral de los ayuntamientos, porque según fuentes técnicas del Ministerio de Hacienda, el Gobierno central cree que en muchos casos los municipios optarán por modificar las condiciones laborales de sus trabajadores no funcionarios, a los que sólo les quedará la opción de aceptarlas o negarse, en cuyo caso les sería aplicada la reforma laboral y verían rescindidos sus contratos con indemnizaciones de 20 días por año trabajado hasta un máximo de una anualidad.
Se acabó la exención
En la propia reforma laboral ya estaba previsto que un buen número de empleados dependientes de las administraciones públicas quedaran equiparados a los del sector privado en dificultades. Pero sólo entraban en ese saco los trabajadores de empresas públicas y de algunos entes en los que su actividad se mantiene con financiación privada. Quedaban por tanto exentos todos los empleados que forman parte del personal laboral dependiente directamente de las administraciones públicas. Pero eso era hasta ahora, porque el decreto-ley de recortes también ha modificado este punto del Estatuto Básico del Empleado Público.
El pago de facturas abre la vía
Desde ahora, todos los ayuntamientos y diputaciones acogidos al plan de pagos a proveedores a los que el Estado ha prestado su aval para que pudieran hacer frente a sus facturas, que suman 3.774 entidades locales, entran de lleno en los supuestos que prevé la nueva norma para que puedan suspenden o modificar los pactos o convenios colectivos vigentes y firmados con su personal laboral. Sólo cuatro líneas introducidas en el decreto-ley de recortes señalan textualmente que se entenderá que concurre causa grave para poder modificar unilateralmente los convenios cuando “las administraciones públicas deban adoptar medidas o planes de ajuste, de reequilibrio de las cuentas públicas o de carácter económico financiero para asegurar la estabilidad presupuestaria o la corrección del déficit público”.
Ayuntamientos con ingresos retenidos
De las 4.623 entidades locales que comunicaron inicialmente a Hacienda obligaciones de pago pendientes a proveedores, a través de los créditos dispuestos por el Estado han sido abonados los de 3.774 administraciones locales, de las que 2.296, al haber presentado también un plan de ajuste, entran sin discusión en la causa grave para romper convenios. De las 1.478 restantes, 178 han presentado algo más tarde sus planes de ajuste, con lo que se suman a las anteriores. Y a las 1.300 restantes Hacienda les ha retenido el dinero de las facturas pagadas con cargo a los ingresos que les corresponden por habitantes y participación en los impuestos estatales. Están, pues, en situación grave que les obliga a tomar medidas para cumplir el objetivo de déficit con unos ingresos retenidos.
Y después los gobiernos autonómicos
Tras los ayuntamientos, vendrán también las comunidades autónomas, que cuando pidan al Estado apoyo financiero para poder renegociar sus préstamos y la deuda pública, tal y como han hecho ya Valencia y Murcia, se van a ver obligadas a presentar también planes de ajuste ante el Ministerio de Hacienda, lo que les convierte también en administraciones públicas en las que concurre una causa grave que justifica poder romper los convenios y pactos con su personal laboral. Sólo falta por ver cómo se comportarán las administraciones que hayan aprobado planes de ajuste, por exigencias de la ley de estabilidad presupuestaria que les marca objetivos anuales de déficit público, pero que no hayan pedido ayuda al Estado. En teoría podrían argumentar también la causa grave, pero aquí los juristas tienen algunas dudas sobre cómo pueden responder los tribunales en caso de que algún trabajador o sindicato recurra la ruptura de los pactos laborales. 

El gobierno de la mentira ¿te sientes engañado? - España 2012 - Indígnate !!


 
¿ Recuerdas con que promesas el Partido Popular en España engañó a los
ciudadanos para conseguir mayoria absoluta en noviembre d
el 2011?

"No rotundo a la subida del IVA"


El coordinador de Economía del Partido Popular, Cristóbal Montoro, ha defendido en el Pleno del Congreso una moción contra el mantenimiento de la subida del IVA por parte del Gobierno (16-03-10)

NO AL PP-GURTEL, DISELO A TUS AMIGOS

No podemos permitirnos el lujo de ser condescendientes con la corrupción. Nos jugamos el futuro y no lo podemos dejar en manos del PP-Gurtel y la extrema derecha que lo gobierna. Al PP-Gurtel ni un voto.

 

Convocatorias "espontáneas" y las sombras del 15-M

(El texto es de Julián Jimenez de su blog, El blog de Julián)

La situación de crisis del sistema económico, en general, no para de hacerse más profunda. A medida que se profundiza, y que el Gobierno, de acuerdo con la troika (que de iure no, pero sí de facto, gobierna el país) profundiza en los recortes sociales, la rabia e indignación de la gente es más evidente. La frase que podía resumir, con buen acierto, el malestar general, es aquella frase de las pancartas de las protestas mineras: No estamos indignados, estamos hasta los cojones”
Llevamos algo más de un año, tras el surgimiento del 15-M, en el que determinados mensajes, difundidos de forma masiva, comienzan a hacerse habituales: la crítica a la “clase política”, la crítica a los sindicatos, las peticiones de unidad, las proclamas de aparcar ideologías e intereses. Son muchos meses, en los que no todos, pero si un sector importante, sobre todo el núcleo duro del mismo (que por muy asambleario que se diga, hay ciertas personas que han controlado el proceso desde un principio) y salvo excepción de algunas asambleas populares con algo de cultura política, han estado repitiendo, como un mantra, dichos mensajes.

Aún tengo pendiente escribir el cuarto relato sobre mi participación en el 15-M y mi desengaño con el mismo, tras haber publicado el primerosegundo y tercero. En él, tengo que contar mi experiencia en la Asamblea de Alicante: como una persona militante de Falange Española fue capaz de tener un protagonismo sinigual e inclusoimpulsar una querella contra la CAM (similar a la deSindicato Manos Limpias, de ultraderecha). Como esta persona trató de impulsar, con gente afín, una plataforma-partido “indignado”; como éramos una minoría en la asamblea quienes nos oponíamos a esa persona pero sobre todo a determinados discursos totalmente joseantonianos (que curiosamente en el 15M encajaban) y como sufrí, incluso, una agresión física.

Pero no es la intención de este escrito esto. La intención es hacer un análisis didáctico y escrito de “como hemos llegado hasta aquí”.

Durante estos días se están difundiendo activamente dos convocatorias “indignadas-espontáneas”. La primera es una manifestación el 27 de julio contra “la casta política”. La segunda una “Ocupación del Congreso” el 25 de septiembre.

En ambas convocatorias se hace alusión a que los problemas del paísvienenderivados de los políticos, y que, para solucionarlos, la solución es “quitar senado y autonomías”, “quitar subvenciones a sindicatos y partidos” (justo lo que está haciendo el PP), “la independencia judicial” o “reducir el número de coches oficiales”. Para ello reclaman “la unión de todos”, “dejarse las ideologías” … Todo muy del estilo de Democracia Real Ya. Pero también similar a los programas electorales de Falange Española o de UPyD.

Lo curioso del caso es que en ningún momento van a la raíz de los males: en ningún momento hablan del sistema económico, en ningún momento se habla de cambiar  las relaciones económicas para quitar poder a las grandes empresas multinacionales o la banca internacional o los fondos de inversión. Nada se dice del problema económico real: y es que el sistema capitalista está en crisis. Y en esa crisis, se ha roto el modelo que se mantenía durante muchos años en nuestro país, según el cual, había salarios medianamente aceptables para poder subsistir (por decir algo), con los que podías hipotecarte y endeudarte, teniendo una sensación de “clase media” que era totalmente irreal.

Ahora, ese sistema capitalista, ha empezado a mostrar su verdadera cara: la cara que llevaba mostrando siempre en Asia, África y América Latina. Ahora no necesita que tú tengas un sueldo, que tengas Educación Pública o Sanidad. Ahora ese sistema necesita que seamos pobres y paguemos las deudas. Porque además somos muchos.

Ahora es cuando aquellos que en los años de bonanza se manifestaban contra la globalización y el capitalismo, y algunos les mirábamos como si fuesen bichos raros, demuestran tener razón, una razón aplastante que les ha dado el tiempo.

Por eso, llama poderosamente la atención que, en ninguna de las dos convocatorias, se hable de los paraísos fiscales, ni de nacionalizar la banca y ponerla bajo control estatal. Ni tampoco de eliminar las SICAV. En esas convocatorias se habla de las subvenciones de los partidos (sin distinguir pequeños o grandes), pero nadie habla de las exenciones fiscales mil millonarias de las grandes empresas.

Conforme uno va adquiriendo cultura política, descubre rápidamente el olor, aunque la cosa esté cubierta de perfume y disfrazada. No hizo mucha falta para adivinar: discurso antipolítico, ausencia de medidas económicas, populismo irracional, centralismo… Rapidamente olía aquello, al menos la convocatoria del 27J. Olía a Falange Española, olía a puro y duro fascismo disfrazado, olía como el perfume de Rosa Díez y su partidito, “no somos de derechas ni de izquierdas”. Ya lo decía Jose Antonio Primo de Rivera en 1933, que ellos no eran “ni de izquierdas ni de derechas” (también lo decía Democracia Real Ya) y siguen diciendo lo mismo.

No hizo falta mucho para dar con las pruebas: mensajes en foros y webs o blogs de corte falangista, en grupos del sindicato UST (ligado al MSR, partido de ultraderecha), mensaje en Forocoches (reflejo de la España cani). Esos son los sitios, además de cadenas de correos y wassap, por donde se difunde la convocatoria del 27-J.

Por suerte el pastel del 27-J está más que descubierto. Ahora falta por descubrir quién está detrás del evento de “Ocupar el Congreso” (que, casualidad o no, los únicos que lo ha tomado ha sido Tejero y Pavia) pero de momento no se sabe muy bien, e incluso un diario conservador, como ECD, les da publicidad. Pero por el perfil de la gente que escribe y los mensajes huele: huele al MCRC, huele a DRY, huele…. Y su olor es de todo menos bueno.
¿Es una conspiranoia lo que estoy diciendo?¿O es que soy el más listo del mundo?
Ni una cosa ni la otra. Soy profesor de Historia en desempleo y conociendo la historia, muchas veces, evitas que te puedan dar "gato por liebre". Dice un dicho que “el pueblo que no conoce su pasado, está condenado a repetirlo en el presente”. 

Simplemente, no es la primera vez que el capitalismo sufre una crisis sistémica. La sufrió ya en 1929. Y, cuando el capitalismo sufre una crisis, como en aquel momento, el capitalismo trata de mantener el chiringuito recurriendo al populismo o al fascismo, ante el peligro de un rebosamiento popular. La democracia parlamentaria se convierte así en un lastre para el sistema capitalista.
 
Ya pasó entonces. Todo el mundo sabe cuando llegó al poder Hitler, en 1933, y lo que hizo, pero desgraciadamente (y quizá tengamos que lamentarlo en el futuro), pocos recuerdan sus mensajes para llegar al poder (como los de Mussolini o Primo de Rivera). Todos ellos criticaban la parálisis de los políticos, “los politicastros” (como este cartel del año 1936 en Madrid)  y que todos eran iguales y habían llevado los países a la ruina. Todos trataban de buscar un enemigo al que culpar de la situación (los judíos, la masonería, los inmigrantes, los políticos o los sindicatos, siempre es igual), para así no culpar a quien era culpable: el sistema capitalista y las grandes empresas, los grandes industriales y la banca.
En algunos mensajes se atacaba a los bancos, pero prometiendo “meterles mano” para después no hacer nada (eran los que les financiaban). Ahora se prometen “regulaciones”, pero nunca se habla de controlarlos estatalmente.

También hablaban constantemente de UNIDAD, de dejar las diferencias. Izquierda y derecha unidas, obreros y  empresarios,unidos, como si no fueran competidores natos y eternamente antagónicos.
Este fascismo, en algunos populismo de ultraderecha, en la década de los años 30, se reforzaba conforme la izquierda socialista o comunista lo hacía en los diferentes estados. Curiosamente, ahora,  este auge de estas convocatorias se produce cuando la movilización minera parecía haber superado a la “indignación ciudadanista de Sol”. ¡Que casualidad!

Nada más terminada la marcha minera, comenzaron a surgir las convocatorias “espontáneas”. También la famosa AcampadaFuncionarios, apoyada por sindicatos corporativos policiales, por Democracia Real Ya y por FUE (grupo de funcionarios apolíticos que en su primer logo llevaban labanderita de España), acampada que siendo tan conservadora, era permitida por los mismos policías y políticos del PP que el día 11 habían cargado a sangre y fuego contra los mineros, echando espuma por la boca. 
 
Por ello, con este escrito, quiero dejar constancia de lo que pienso y de lo que veo, recordando de forma resumida, las características del populismo de derechas (o del fascismo encubierto) para que cuando le lleguen convocatorias, sepa a que atenerse y sepa con  quien va de la mano, reconocer según que discursos, y atenerse a las consecuencias de lo que uno apoya.

Porque lo que está siendo lamentable no es que gente anónima pueda ser víctima de estos impresentables. Lo que es verdaderamente indignante es ver como algunos partidos de la “izquierda transformadora” y algunos de sus representantes, jalean de forma acrítica y difunden estas convocatorias como si, por el hecho de protestar contra el Gobierno, automáticamente fueses de izquierdas. Cuidado con los compañeros de pancarta, no sea que pidan no solo la cabeza de Rajoy, sino también la de la izquierda.
Cuando alguien:
 
  • Le venda soluciones en la política, la justicia y eluda mostrar sus medidas claramente en economía, siempre que no sean medidas que quiten poder al sistema capitalista.
  • Le diga que lo mejor es unirnos todos, los ricos y los pobres, los empresarios y los trabajadores, las derechas con las izquierdas, como si los enemigos por naturaleza pudieran hacerlo.
  • Cuando alguien le diga que no es de derechas ni de izquierdas (decía Joan Fuster: “Hay gente de izquierdas y gente de derechas, y luego están los que dicen no ser de ninguna de ellas, que son los más de derechas de todos ellos)
Desconfié. 

Y piense con quien ira de la mano o al lado en la próxima protesta. No sea que en el futuro tengamos que llorar amargamente, como lloraron los alemanes en 1933.

Muchas gracias por valorar una opinión distinta a las que se leen constantemente en la red.

#quesejodan Manifestación 13 de julio 2012 Madrid



Vídeo de las protestas en Madrid del 13 de julio contra los recortes.
Violencia absolutamente gratuita contra los ciudadanos por parte de la policía.

Seguid llamándome privilegiada y no respondo

Cruz Díez es profesora de Enseñanza Secundaria. Funcionaria. “Privilegiada”.

El Gobierno ha anunciado nuevos recortes sociales, entre los que se encuentra la supresión de la paga “extra” de Navidad a los funcionarios. Dentro de lo apocalíptico de la situación, la jugada política es impecable. Nuestro presidente habla de paga “extra” en lugar de lo que realmente es, una bajada de sueldo del 7%. Con ello demuestra de nuevo el soberbio dominio del poder de las palabras que caracteriza la retórica del PP, al tiempo que acalla voces críticas: No miren la subida del IVA, fíjense mejor en como castigamos a los funcionarios, que como todos sabemos, son unos vagos y unos privilegiados. Y así, mientras unos rompían en aplausos, otros veíamos como éramos de golpe doblemente más pobres. Por un lado se nos bajaba el sueldo por nuestra condición de privilegiados, y por otra se nos subían los impuestos como a cualquier otro ciudadano.
Tras escuchar este anuncio, yo salí junto a otros miles a manifestarme con los mineros, porque, parafraseando a Publio Terencio, nada de lo obrero me es ajeno. Sin embargo, ¿cuánta gente se manifestaría con los funcionarios como trabajadores? No me refiero a manifestarse en defensa de los servicios públicos, sino en defensa de los derechos de los funcionarios como obreros. ¿Saldría usted a protestar conmigo por nuestra bajada de sueldo? ¿o por el aumento en nuestra carga de trabajo? – Carcajada.
España es una país funcionarista, y el funcionarismo, un tipo de discriminación no reconocido por la sociedad. Cuando alguien dice que los andaluces somos unos vagos, o que los chinos nos invaden, o que los musulmanes son unos maltratadores, suele haber alguien que enseguida se le echa al cuello (y con toda la razón) por hacer uso de una generalización discriminatoria de un estereotipo. Sin embargo, cuando alguien dice que un funcionario es un privilegiado o un vago, mucha gente asiente y al punto alguien dice “Uys, sí, yo tengo un amigo funcionario que…” 1. desayuna tres veces, 2. hace la compra en horario laboral, 3. se da de baja sin estar enfermo, 4. todas las anteriores y alguna más.
No mucha gente parece pararse a pensar que esta generalización discriminatoria incluye a 1,6 millones de funcionarios, más otro millón de interinos y personal laboral del sector público. 2,6 millones de personas, todas ellas vagas y privilegiadas. La llamada casta parasitaria. Yo soy funcionaria, hago un trabajo y se me paga por ello. Siguiendo esta lógica, ¿es usted entonces un parásito de su empresa?
En este grupo de privilegiados parásitos se incluye por igual no sólo al funcionario-profesor, al funcionario-enfermero o al funcionario-administrativo, sino al funcionario-profesional y al funcionario-jeta. Y profesionales y jetas hay en todas partes, no sólo en el sector público. Sin embargo, a todos nos gusta señalar con dedo acusador a los funcionarios. De hecho, incluso nosotros mismos nos acusamos unos a otros: “Yo soy funcionario, pero médico, oiga, ¡no de los de ventanilla de registro que se pasan la mañana en el bar!”. Pues también hay grandes profesionales que trabajan detrás de una ventanilla, mire usted.
La raíz de esta discriminación está en confundir privilegios con derechos, sumados al carácter envidioso del español medio: nos cuesta asumir que alguien esté mejor que nosotros, y lejos de luchar por conseguir que todos mejoremos y alcancemos el nivel del que está mejor, nos regodeamos en el morbo de ver hundirse al de al lado.
A pesar de la insistencia de muchos miembros del Gobierno en la idea de que los funcionarios somos unos privilegiados, la realidad es que no somos más que trabajadores. Unos trabajadores que en su mayoría no ganan más de 1.000 euros al mes. Unos trabajadores que en tiempos de bonanza no recibieron un aumento del 12%, que es lo que se nos ha rebajado en los últimos dos años a nivel nacional (a esta cifra hay que sumar el porcentaje que cada comunidad ha estimado oportuno llevar a cabo). Unos trabajadores que hemos sufrido durante años las burlas de los demás por tener unos sueldos miserables en comparación con el pseudo-enriquecimiento colectivo. Unos trabajadores que tenemos el privilegio de pagar con nuestro trabajo, nuestros impuestos y nuestros sueldos una crisis en la que poco hemos tenido que ver. Unos trabajadores que tenemos que hacer lo anterior como el resto y encima sufrir un linchamiento colectivo por el mero hecho de haber elegido una carrera profesional en la función pública.
Dicen que nuestros privilegios son la estabilidad laboral, nuestros sueldos, nuestras vacaciones, nuestros días por asuntos propios… Señores, esos son nuestros derechos como trabajadores y también los estamos perdiendo. Nuestros privilegios son otros. Nuestro privilegio es educar a las generaciones futuras, curar a los demás, salvar sus vidas en un incendio, gestionar que se haga justicia, casarles o hacerles llegar su correo. Y todo esto lo hacemos sin bonus, sin cestas de Navidad (ni paga desde ahora), sin ascensos, sin reconocimiento ni agradecimiento. Y si usted piensa ahora “A mi también me han bajado el sueldo” o “Peor estoy yo que no tengo trabajo”, recuerde, por favor, que los funcionarios no tenemos la culpa de eso. Si es de los que piensa “Peor estamos muchos y no protestamos”, por favor, proteste. Y piense lo que piense, no sea funcionarista. Juzgue a cada cual por el trabajo que realiza, y no se olvide de los que nos gobiernan. Gire su dedo acusador hacia ellos, igual entonces las cosas cambian.

Comunicado de Jueces para la Democracia sobre los recortes del gobierno.

Ante los nuevos recortes anunciados por el gobierno, desde Jueces para Democracia expresamos nuestro más enérgico rechazo y nuestra preocupación por el creciente desmantelamiento del Estado Social. Las medidas adoptadas se han centrado en castigar a los sectores más desfavorecidos y a los empleados públicos, a través de reducciones salariales, disminución de las prestaciones sociales y aumento de los impuestos indirectos.
Sin embargo, no se exige ningún sacrificio a quienes son responsables de la grave situación económica actual. Al contrario, se aprueban amnistías fiscales para los defraudadores. Y se destinan miles de millones de euros para el rescate de las entidades bancarias (en algunos casos de forma poco clara, como ha ocurrido con Bankia), cuyas consecuencias en el déficit público están siendo soportadas por una ciudadanía que mayoritariamente se encuentra al límite de sus posibilidades económicas.
En el ámbito judicial, dichas medidas suponen un agravamiento de nuestra situación profesional, que ya ha sufrido el reiterado incumplimiento de las previsiones de la Ley de Retribuciones, la posterior reducción de los salarios por encima de la media y, ahora, la eliminación de una paga extraordinaria. Esta situación inaceptable se completa con la falta de compromiso ministerial de abonarnos las retribuciones variables, que sí se han pagado a los fiscales y a los secretarios judiciales Además, todos estos sacrificios no se encuentran justificados en modo alguno y contrastan con la falta de austeridad que se detecta en numerosos gastos públicos.
Asimismo, las citadas medidas han coincidido en el tiempo con el anuncio del Ministro de Justicia de modificar la estructura, funciones y potestades del CGPJ, lo cual provocará una subordinación del poder judicial al poder ejecutivo. Ello afectará a la independencia judicial y resultará contrario al principio de división de poderes propio de la democracia constitucional. En conjunto, estamos asistiendo a una degradación sin precedentes del Estado Social y Democrático de Derecho.
En consecuencia, desde Jueces para la Democracia anunciamos nuestra más firme oposición a las medidas aprobadas por el gobierno. Y pedimos a las asociaciones judiciales una reunión unitaria de forma inmediata para valorar la gravedad de la situación y analizar las respuestas contundentes que sean necesarias.
12 de julio de 2012
El Secretariado
Jueces para la Democracia

Los empleados públicos: alguna precisión

Tras la aprobación de los últimos recortes en la Administración Pública, paga extra de diciembre, días de libre disposición e incapacidad temporal; parece necesario hacer un ejercicio de precisión sobre quiénes son, qué hacen y cuántos son, los empleados públicos.
Lo primero que hay que aclarar es que en la Administración hay dos grandes categorías de empleados: los funcionarios y el personal laboral. Los funcionarios mantienen con la Administración una relación estatuaria basada en el Derecho Administrativo, mientras que el personal laboral tiene una relación basada en la legislación laboral.
Los funcionarios sólo pueden acceder a la Administración por oposición o por concurso-oposición (un proceso que suma a la oposición la valoración de otros méritos). El personal laboral accede a la Administración por oposición, por concurso-oposición, o por concurso de valoración de méritos.
Además de estas dos categorías hay una tercera: el personal eventual. Estos trabajadores llevan a cabo tareas de confianza o de asesoramiento. El nombramiento es libre y el cese se produce siempre cuando cesa la autoridad que les nombra.
¿Cuántos empleados públicos hay en España?
Según el último Boletín Estadístico del Registro Central de Personal, en toda España había 2.690.099 empleados públicos. De ellos 1,6 millones son funcionarios, 690.278 son personal laboral, y 346.323 están en la categoría de "otro personal". Dentro de esta categoría que utiliza el Boletín estarían, además del personal eventual, los funcionarios interinos y otros contratados y personal vario (la mayor parte de ellos dedicados a la enseñanza).
Distribución de empleados públicos por administraciones

Por lo que respecta a las funciones, cerca del 60% del conjunto de los empleados públicos en España se dedicaban directamente a la Educación, la Sanidad, la Seguridad o la Justicia, pilares básicos de cualquier Estado moderno.
Distribución de empleados públicos por funciones

También es interesante observar la evolución del número de empleados públicos en las distintas administraciones. Como fecha de referencia tomo el año 2002 porque ya se habían producido los traspasos de las grandes competencias de la Administración General del Estado a las CCAA.

En 2011, había 405.647 empleados públicos más que en 2002. Por administraciones la evolución ha sido muy dispar.

Evolución del número de empleados públicos por administraciones


En la Administración General del Estado el incremento de empleados públicos entre 2002 y 2011, se ha debido exclusivamente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (31.426 policías y guardias civiles más) y a las Fuerzas Armadas (9.020 efectivos más). De hecho, si se descuenta el personal de las Fuerzas Armadas y de la Policía y la Guardia Civil, la Administración del Estado cuenta el 11,82% de los empleados públicos de España.
En las CCAA, entre 2003 y 2011, el incremento bruto de personal se ha producido, fundamentalmente, en la Educación y la Sanidad.

Evolución empleados CCAA 2003-2011
En la Administración Local el mayor incremento se ha producido en el "otro personal". En los ayuntamientos, desde 2005 (primer año con datos desagregados), este tipo de personal ha crecido un 32,38% frente a una media del 23% de funcionarios y personal laboral. En las Diputaciones la desproporción es aún mayor, porque mientras hay 4.516 funcionarios y laborales menos, el personal eventual ha crecido en 1.602 personas en estos 8 años.
¿Muchos, pocos? Depende
Existen dos grandes modelos de comparación internacional del número de empleados públicos. El primero de ellos nos dice el número de habitantes de un país por empleado público. El segundo relaciona el número de trabajadores del sector público con el conjunto de la población activa de un país.


La media en la Unión Europea está en los 16,89 habitantes por empleado público, España tiene 17,79. Hay notables diferencias desde los 8,09 habitantes por empleado público de Suecia a los 135 de Eslovaquia, pasando por los 18,26 de Alemania o los 30,29 de Grecia.
El segundo indicador -porcentaje de empleados públicos respecto a la población activa- nos muestra cómo se prestan los servicios públicos; si lo hace directamente el sector público o se hace a través del sector privado.
A veces se emplea este indicador para insinuar, que una economía con una menor proporción de trabajadores públicos respecto a su población activa es más sana. No creo que sea así. Este indicador es el resultado de una opción política -gestión directa o indirecta- respecto de un servicio (sanidad, educación, etc.) que previamente se ha decidido que sea público.

Conclusión
Si queremos debatir o valorar las opciones para reformar nuestra Administración Pública de forma global, debemos ofrecer a la ciudadanía una visión lo más clara posible de lo que estamos hablando. La Administración es mucho más que sus empleados públicos, es el instrumento a través del cual los poderes del Estado llevan a cabo el interés general. Como señaló el premio Nobel de Economía Finn Kydland en La Vanguardia, "un país es lo que no cambia después de que cambie el Gobierno".

¿Por qué coño aplauden?

Por Alejandro Bernardo

HOLA, soy funcionario. O lo que es lo mismo, un cabrón que no trabaja, que roba al ciudadano. Un parásito que se esforzó una vez y, desde entonces, vive del cuento. Nunca he recibido una subida anual equiparable al IPC, pero eso es merecido, como las congelaciones salariales y la reducción de sueldo. Nunca he estado en paro, por lo que no he podido cobrar un subsidio compatible con alguna que otra chapuza. Tampoco soy ni un honrado político, sacrificado hasta la esclavitud en busca de las mejoras de mis conciudadanos, ni banquero con contrato blindado ni jubilación millonaria que me permita lujos con los que llenar los bolsillos de mis proveedores. Nada de todo eso. Soy un funcionario de mierda que roba y estafa. Que malversa capitales. Que despilfarra presupuestos, porque el dinero público no es de nadie. Que se ríe de los ciudadanos prometiendo el oro y el moro, y luego no les da, sino que les quita. Pero, eso sí, todo bien consensuado y democrático.

Tras haberme confesado, permítanme una opinión, un desliz tras el discurso de Rajoy. Ahora también sin paga extra de diciembre -ya digo de antemano que me está bien empleado por pertenecer a esa calaña que tanto daño ha hecho a este país por seguir ganando lo mismo cuando los que dejaban el instituto sin saber hacer la “o” con un canuto ganaban de tres mil para arriba doblando hierros o dando yeso a las paredes-, entonces no se acordaban de equipararnos.

Qué fácil es reducirles el sueldo, qué socorrido, manido y trillado recurso. Son culpables, no producen beneficios ni crean riqueza. Culpables. Culpables además de salir a las doce a tomar un café. Culpables además de no estar nunca en su puesto de trabajo. Culpables de leer el periódico en horas laborales. Qué fácil es culparles, qué socorrido, manido y trillado recurso.

La primera afición de España no es el fútbol, sino criticar a los funcionarios. Con lo facilito que debe de ser sacar unas oposiciones, con la vida descansada de los funcionarios, con la nula responsabilidad que tienen, con la jubilación rápida y generosa de la que gozan. Qué envidia… la de tantos funcionarios frustrados.

España no funciona no porque los transportistas trabajen mal, no porque los albañiles no sepan su oficio, no porque los patronos estafen a sus empleados, no porque los políticos sean incompetentes, no porque haya inmensos pozos de fraude. No. Es por los funcionarios. Son muchos, seguramente tienen ellos la culpa de serlo, y viven bien.

Y como culpables que son de las siete plagas de Egipto van a ver reducido su salario. Una vez más. Sigue habiendo autonomías con embajaditas en el extranjero, pero castigamos a los funcionarios; sigue habiendo televisiones públicas con pérdidas, pero castigamos a los funcionarios; sigue habiendo subvenciones a la prensa, especialmente si es en el idioma local, pero castigamos a los funcionarios; sigue habiendo subvenciones (¡última hora!) a quien se saque el carné de conducir en vasco, pero castigamos a los funcionarios; sigue habiendo inflación de aeropuertitos locales, pero castigamos a los funcionarios; sigue habiendo cuatrocientos mil políticos, diecisiete autonomías, cincuenta diputaciones y cabildos, ocho mil ayuntamientos, mancomunidades y miles de patronatos municipales o provinciales, pero castigamos a los funcionarios; sigue habiendo innecesarios traductores en el Senado, pero castigamos a los funcionarios; sigue habiendo Senado, inútil y caro, pero castigamos… ¡A los funcionarios!

De todo esto el gobierno no quiere saber nada: nada se ha avanzado en la remodelación del Estado, nada se ha avanzado en el combate contra la corrupción, nada se ha avanzado contra los consejeros que hundieron las cajas de ahorros, sean profesionales, políticos o sindicalistas. Nada se ha hecho contra las indemnizaciones multimillonarias a quienes con su incompetencia o mala voluntad se beneficiaron de la relajación de quien debía controlar sus excesos. Nada se ha hecho contra los partidos políticos que dejan deudas gigantescas en la banca y que también han contribuido a la desesperante situación actual. Nada, nada, nada de nada. Contra los funcionarios, que es más fácil. De cobardes, pero mucho más fácil.

En Italia, cuando la ministra de Trabajo anunció la no subida de las pensiones rompió a llorar en mitad de la explicación que terminó el primer ministro, Mario Monti, visiblemente angustiado.

En España, Rajoy corta la cabeza a media España y los diputados del PP aplauden y vitorean como si les hubiera tocado el cuponazo. Pregunto: ¿haa una sola medida algo de qué alegrarse?¿Algo que celebrar?¿Algún gesto para el optimismo? Entonces… y perdónenme ustedes: ¿por qué cojones aplaudían?

Para mirar lejos hace falta tener buena vista. Quizás ahí esté la respuesta. Nos pusieron en el camino de la senda neoliberal que siempre han perseguido y que escondieron como siempre en la campaña electoral: acabar con la sanidad pública, con la educación pública, con los servicios públicos, con el Estado del bienestar.

Amigos, creo que es el momento de plantarse. De decir por aquí no paso. Les animo a participar en cuantos actos de protesta se convoquen. Siempre hay otra salida distinta al recorte a los más débiles. Podemos hacer historia si no nos quedamos en casa. Eso o preguntar a Zerolo dónde compra la lotería, que también sería otra salida.

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