Rajoy reconoce que sus recortes sólo sirven para cambiar de modelo social, pero no para salir de la crisis
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha reconocido que
todos sus recortes, hechos con la excusa de la crisis, no supondrán ni
la solución ni la salida de la crisis. Antes al contrario, sus
previsiones han empeorado y, gracias a sus medidas, España perderá al
menos un 2% del PIB este año, en lugar del 1,7% que preveía hace apenas
un mes. Y para el próximo, más o menos igual Con ello queda claro el
motivo y la justificación de las "reformas": demoler el Estado del
Bienestar.
Mariano Rajoy se muestra inasequible al desaliento en pos de su
tarea: erradicar cualquier atisbo de equidad y redistribución de la
riqueza en España. Nada le es intocable. Nada es inviolable. Ni
siquiera su palabra, a la que ha vendido y traicionado no solamente en
campaña electoral, sino en cada decisión de gobierno.
Sus previsiones señalan, si es que sirve de algo la palabra del
Presidente, que la situación sólo hará que empeorar, lo que pone de
manifiesto que sus medidas no valen para combatir la crisis económica
desatada por la especulación y la avaricia de los mercados. Sin sonrojo
lo ha reconocido el presidente ante el Congreso, dando cuenta de los
hachazos que repartirá a diestro y siniestro el próximo Consejo de
Ministros.
Sin embargo, vista la euforia y alegría con que eran acogidos cada
uno de los recortes en la bancada popular, que lo celebraban casi más
que los goles de la selección de futbol en el último europeo, parecería
que el presidente estaba anunciando el reparto de más“chuches” para
todos, en lugar de subir el IVA de “los chuches” a esa niña con la que
suspiraba en las penúltimas elecciones generales.
Mariano, más modesto y equilibrado que su vociferante clac, escondía
su satisfacción por los recortes detrás de frases tan manidas como que
“seguiría haciendo recortes y subiendo impuestos, aunque no me guste”.
Se olvida el presidente que, como reconocía el poeta, el hombre no
siempre tiene la capacidad para hacer lo que quiere, pero siempre tiene
el derecho de no hacer lo que no quiere. Y a Rajoy, le gusta su trabajo.
Aunque también mienta sobre eso.
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