Mientras la Consejería de Sanidad arregla el desaguisado administrativo que tiene montado dentro y termina por interrogar a los funcionarios que conocen del concurso de la hemodiálisis (falta al menos uno al que no han querido preguntar ni la hora), y mientras en el Juzgado de Instrucción número 8 de los de Las Palmas de Gran Canaria se dilucida penalmente la cuestión a partir de las declaraciones públicas de la doctora Palop ("a mí me intentaron sobornar una vez"), en un lujoso despacho del Paseo de la Castellana de Madrid unos sesudos asesores fiscales se devanan los sesos buscando la manera de dar marcha atrás a unas comprometedoras facturas que ya han cotizado IVA. Y si ya han cotizado IVA es porque fueron expedidas hace algunos meses, los suficientes como para justificar una transacción comercial anterior a la adjudicación provisional del concurso el pasado 14 de octubre. A falta de conocer cómo se las van a ingeniar estos sesudos fiscalistas, alguien va a tener que explicar en los próximos días si ya se ha adquirido a una empresa especializada de origen nórdico con sede española en Barcelona la maquinaria necesaria para prestar el servicio de hemodiálisis en los dos hospitales objeto de la licitación. Y de ser así, si esa maquinaria ya ha sido servida al comprador previo pago de su importe exacto. Y, a mayor abundamiento, ¿se puede devolver si el concurso es adjudicado a otro? ¿Cuánto se pagó? ¿A quiénes? Las presiones sobre Bañolas van a ser tremendas, nos tememos
Publicado en http://www.canariasahora.com/topsecret/ampliar/13504/
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