Dentro de seis meses será demasiado tarde", asegura el analista Matthew Lynn
ESPAÑA SE PARECE CADA DÍA MÁS A UNA TRAGEDIA GRIEGA
Matthew Lynn es un escritor y periodista financiero, muy conocido en su país natal - Gran Bretaña - y también en los Estados Unidos, donde escribe frecuentemente en el Wall Street Journal, portavoz de las altas finanza estadounidenses. Ni que decir tiene que sus puntos de vista están identificados plenamente con el sistema económico que defiende, el capitalismo. Su óptica, por tanto, responde a los parámetros ideológicos del neoliberalismo. No obstante, puede tener cierto interés para nuestros lectores conocer algunos de los puntos de vista de este calificado comentarista económico británico sobre la situación por la que está atravesando España.
Según Lynn la crisis económica española continuará siendo pasto de los primeros titulares de la prensa europea. En el curso de los últimos meses que la deuda española ha estado estremeciendo perseverante mente a los círculos financieros europeos . Lynn opina que a lo largo del 2012 las noticias económicas provenientes de España continuarán ocupando esos privilegiados lugares de la primera plana de los periódicos del viejo continente.
Según Lynn la crisis económica española continuará siendo pasto de los primeros titulares de la prensa europea. En el curso de los últimos meses que la deuda española ha estado estremeciendo perseverante mente a los círculos financieros europeos . Lynn opina que a lo largo del 2012 las noticias económicas provenientes de España continuarán ocupando esos privilegiados lugares de la primera plana de los periódicos del viejo continente.
El drama económico español, según Lynn, "cada vez se parece más a otra catástrofe griega, con la diferencia de que España es demasiado grande para rescatarla. No sorprende que los mercados financieros estén nerviosos. Pero lo cierto es que todavía se puede salvar a España, aunque sólo si el resto de la eurozona se espabila ya. Las deudas españolas no van a devolverse al completo, hasta ahí está bastante claro, pero si se reestructurase la deuda, quedaría una posibilidad de evitar una catástrofe. El problema es que no hay muchos indicios de que los líderes europeos estén a la altura de la situación. Los números que llegan de España son cada vez peores. El paro ya se encuentra en un alarmante 24,4 por ciento, desde menos del 8 % a finales del 2007. Las ventas al por menor bajaron un 3,7 por ciento el mes pasado, con 21 meses consecutivos de caída".
Y continua: "Cada mes desaparecen 100.000 puestos de trabajo. El paro juvenil ya supera el 50 por ciento. Un español menor de 25 años tiene más probabilidades de no tener trabajo que de tenerlo. A este paso, una generación entera de españoles podría no acostumbrarse nunca a la rutina de trabajar y eso no augura otra cosa que un desenlace catastrófico para el país. Los motivos son sencillos. Cuando se incorporó a la moneda única, hace doce años, España se embarcó en una década de construcción y auge del gasto, alimentada con deuda bancaria. Como Irlanda, pero soleada. Cuando estalló la burbuja de la deuda, la economía española cayó en picado y sigue sin tener signos de salir de ahí". Lynn se formula una desesperada pregunta en su artículo: "¿Cómo se puede arreglar ese país - España- , a ser posible sin hundir los mercados financieros?" En su reflexión el periodista británico dice que a España se le ha proporcionado la misma receta que se le impuso a Grecia, Irlanda y Portugal. Indica que bajo la presión de las instancias financieras europeas el gobierno de Rajoy se ha comprometido a devolver la deuda interna, descartando incluso hablar de una reestructuración de la misma. Para ello el gobierno conservador español se ha embarcado en una serie de recortes durísimos y anunciado reformas estructurales para que la economía vuelva a crecer. Sin embargo, se habla mucho de estas últimas, aunque en la práctica no se ven por ninguna parte. Según Matthew Lynn, las recetas que Europa ha impuesto a España no han funcionado en otros países, y tampoco funcionarán en España. Desde el punto de vista de este especialista en temas financieros, "no hay nada de malo en recortar el gasto estatal ni en implantar reformas estructurales. Por sí solos, son buenos para la economía. Pero si se recorta el gasto durante una recesión, ésta empeora. Si ya es bastante difícil convencer a los trabajadores de que acepten una reforma estructural en los buenos tiempos, durante una recesión profunda es simplemente imposible."
Desde su óptica este economista del sistema piensa que a lo que hay que proceder es a una reestructuración de la deuda española antes de que sea demasiado tarde. "El Gobierno español - escribe - tiene unos 700.000 millones de euros de deuda pendiente, que en su mayoría deberá
aplazarse durante los próximos cinco años. Los rendimientos históricos
no son malos, pero a los tipos que cobran actualmente los mercados
(cercanos al 6 por ciento), al país le cuesta 42.000 millones de euros al año".
Y Matthew Lynn hace una hipótesis: "Supongamos que se rebajara el 50 por ciento con una suspensión de dos años de los reembolsos de la deuda. España se ahorraría unos 80.000 millones de euros en los dos próximos años y 20.000 millones en los siguientes, y ganaría el oxígeno que tanto le hace falta. Los fondos adicionales disponibles permitirían aliviar en el acto el programa de austeridad." Lynn opina que "España no es un caso perdido". Para revalidar su opinión dice que "su economía tiene muchos puntos buenos. El país cuenta con una mano de obra relativamente joven y bien formada". Y hace un guiño a los potenciales inversores europeos: "El coste laboral y los tipos impositivos son perfectamente competitivos en términos de la eurozona. Tiene vínculos fuertes con los mercados emergentes de Suramérica". Aunque como economista del sistema piensa, naturalmente, que sus "mercados laborales están enmarañados entre normas legales que impiden a las empresas contratar personal", pero que eso "se puede cambiar".
Matthew Lynn concluye su artículo con el augurio de que a España "con las políticas correctas, se la puede rescatar y mantener en el euro, pero para eso hay que arreglarla ahora. Dentro de seis meses será demasiado tarde". El análisis, diagnóstico y propuestas de Matthew Lynn tratan de responder a lo que hoy convendría hacer en España de acuerdo con los intereses de las grandes entidades financieras europeas. Otra cosa es, desde luego, que pueda convenir a los ciudadanos del conjunto del Estado español.
Publicado en: http://canarias-semanal.com/not/2243/_espana_ante_un_irreversible_desenlace_catastrofico_/
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