Presidencia del Gobierno expedienta a
una funcionaria por hacer una peineta a una fotografía del presidente
regional, Paulino Rivero, en una manifestación. La imagen fue publicada
en este periódico el 30 de mayo.
"Acoso", "ridiculez" y "dictadura". Estos fueron los adjetivos con
los que los distintos representantes sindicales calificaron ayer la
decisión de Presidencia del Gobierno de expedientar a una funcionaria,
cuya imagen haciendo una peineta a una fotografía del jefe del
Ejecutivo, Paulino Rivero, ha sido calificada como "falta grave" por la
Secretaría General de la Presidencia.
La polémica imagen fue publicada el pasado 30 de mayo por este
periódico, y con ella se ilustraba una información en la que un grupo de
funcionarios de la Comunidad Autónoma expresaba, como cada día laboral a
las 12:00 -también lo hicieron ayer al grito de "Todos somos
Asunción"-, su malestar por los recortes aplicados por el Ejecutivo
canario a los sueldos de los empleados públicos, entre otros aspectos.
La resolución conocida ayer, sobre la que no tuvieron conocimiento
hasta su publicación otros departamentos del Gobierno regional, ha sido
instruida por la secretaria general, Ángeles Bogas.
En ella se recoge que en la mencionada fotografía la funcionaria
María Asunción Roldán Oramas aparece "haciendo gestos obscenos,
señalando una fotografía del presidente del Gobierno de Canarias,
minusvalorándolo, en la puerta principal del edificio sede de la
Presidencia del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife".
Además, detalla que la actitud de la funcionaria "pudiera ser
considerada de desprecio o descrédito, llevada a cabo con ánimos
ofensivos y con publicidad hacia la figura que representa el presidente
canario".
La Secretaría General de Presidencia considera "que esa
desconsideración, falta de urbanidad y respeto" puede constituir una
falta disciplinaria por no respetar a su superior jerárquico.
Y, como era de esperar, la resolución generó ayer la contundente
reacción de los sindicatos. El secretario general de la Federación de
Servicios Públicos de UGT en Canarias, Francisco Bautista, calificó el
asunto como "vergonzoso" y "pésimo", y comparó la situación con momentos
de la "dictadura". Bautista lamentó que se esté "coartando" la libertad
de expresión y de poder manifestarse, y remarcó que la funcionaria en
cuestión de manifestaba por un descontento que tienen "todas las
organizaciones sindicales".
En esta línea, Antonio Trujillo, presidente del Sindicato
Independiente Canario (SIC), remarcó que el Gobierno trata de
"amedrentar" al colectivo de funcionarios "que se manifiestan
legalmente", y pidió al Ejecutivo que "deje de cebarse" con los
empleados públicos.
En el mismo sentido, Fernando Escrich, secretario general de Sepca,
calificó la decisión de Presidencia de "ridiculez" y consideró que lo
mejor que puede hacer el Gobierno es "cerrar" el expediente. "No
entendemos que se ponga a toda la maquinaria de Presidencia del Gobierno
contra un empleado público, salvo que tengan algo con ella de antes que
desconocemos", dijo.
Por su parte, Miguel Ángel Delgado, coordinador del sector de
Comunidad Autónoma de CCOO, consideró "lamentable" la actitud del
Ejecutivo canario y aseguró que es "un acoso más" hacia el conjunto de
los empleados públicos. Todos los sindicatos tienen previsto reunirse la
próxima semana para estudiar las medidas que tomarán contra la decisión
del gabinete que preside Paulino Rivero.
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