Flipante
es poco. Casi diría que es indescriptible. ¡Ricardo Melchior en los altares,
elevado a los cielos con chaqueta y corbata!. Que no, que no estoy fumad@: el
presidente del Cabildo de Tenerife figura sonriente, mirando desde las alturas a
los feligreses, en un cuadro que preside el altar mayor de la iglesia del barrio
de Los Gladiolos, ad maiorem
Melchior gloriam.
La
obra se titula Exaltación
de la Eucaristía y fue
encargada por el propio Melchior al pintor hiperrealista? Miguel Rocha, que
colgó el cuadrito en 2008, aunque debió tardar sus años en hacerlo, porque es de
dimensiones considerables. Si verlo en fotografía provoca un fuerte impacto
visual, imagínense lo que es verlo al natural. El haris que hizo el peregrinaje
hasta la iglesia sigue en estado de shock, así que lleven cuidado, por
favor.
Ahí
tienen al eterno Melchior, a la izquierda de monseñor Bernardo Álvarez, entre
nubes y rodeado de angelitos con mofletes… No es un montaje, lo prometo, es
real.Para
que lo vean con más detalle.
Hay
un angelito, a la derecha del sonrosado Ricardo que, si se fijan bien, tiene
cara de mosqueo, como si se preguntara: - ¿Qué hace este tío aquí? ¡Ah! y verán
que el presidente del Cabildo no está solo, sino que está en los cielos junto a
Ramón Álvarez Colomer, que en 2007 era secretario técnico
de la Consejería de Pesca y Agricultura.
Uno y otro son “bienechores insignes”, no sabemos si del artista o de la
parroquia, o de ambos.
Una
placa en metacrilato explica que, además de Melchior figuran como “gestores ante
los ministerios 1973-1981″ otros personajes que también debieron aflojar pasta
para el retablo. Venga, para que terminen de flipar… Por cierto, Ricardo, estar
“en las nubes” no garantiza librarse de los infiernos.
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