Pero además de esos ingredientes propicios para resucitar el viejo proyecto de Tindaya, iniciado en 1994, pueden haber influido sobre el ánimo de Paulino Rivero algunos personajes históricos que tantos años después siguen alrededor del poder en Canarias. Domingo Berriel, consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, ocupaba homólogas responsabilidades en el Cabildo de Fuerteventura cuando todo esto empezaba. Muy cerca andaba el arquitecto majorero Miguel Cabrera, por entonces viceconsejero de Cultura, que acaba de desembarcar nuevamente en el Gobierno a través precisamente del departamento de Turismo, residenciado tras la crisis con el PP en la mismísima Presidencia del Ejecutivo. Porque, si nada ha cambiado societariamente, es Turismo quien representa al Gobierno en aquella controvertida Proyecto Monumental Montaña de Tindaya, S.A., la empresa pública en la que se dio entrada, nada menos que con el 50% de participaciones, al empresario Rafael Bittini, al que Lorenzo Olarte, a la sazón consejero de Turismo, hizo el favor de su vida salvándole, mediante dos inyecciones sucesivas de capital, su empresa Canteras Cabo Verde, S.A. Sin que la sofisticada maquinaria que habrá de perforar la montaña haya sido elegida todavía, ha sido Bittini el único que ha sacado tajada de este negocio mediante el cobro de los derechos mineros por importe de más de 12 millones de euros
Publicado en http://www.canariasahora.com/topsecret/ampliar/13785/
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