jueves, 8 de noviembre de 2012

14N, razones para una huelga.

Se va cumplir un año de las elecciones generales que dieron mayoría absoluta al PP. De aquellas promesas no queda nada. En un año, ha crecido exponencialmente el número de parados y de familias en donde no hay un solo euro de ingreso. La prima de riesgo sigue por encima de los cuatrocientos puntos básicos.
 
El PP tiene una agenda ideológica en sus recortes que además de llevar a millones de ciudadanos a la pobreza ha recortado derechos fundamentales. En los próximos meses el parlamento modificará la ley de interrupción del embarazo hasta parámetros inéditos en Europa. Ni siquiera la malformación del feto es motivo suficiente para permitir abortar. Las mujeres reducen sus derechos y pagan el mayor coste de la crisis. Quienes tengan dinero volverán a viajar a Londres para interrumpir su embarazo si así lo desean. Las que no tienen recursos se tendrán que enfrentar a la ley
Los desahucios han tenido que llevar al suicidio de algunos ciudadanos para que empiecen a pensar en hacer algo. Se ha rescatado a la banca sin disminuir sustancialmente los privilegios de los banqueros.
Cataluña ha explotado en la mayor crisis policíal de la democracia. El Gobierno se niega sistemáticamente al diálogo con los sindicatos y con los partidos. La Banca sigue sin hacer circular el crédito. La reforma laboral permite poner en la calle a trabajadores en condiciones mucho más favorables para las empresas.
La sanidad y la educación han sufrido severos recortes en un país en la que la igualdad básica desaparece de la vida de los ciudadanos.
Ninguna de las recetas de Rajoy ha dado sus frutos. Y la persistencia en el error augura más decrecimiento económico, incumplir los compromisos del déficit y aumentar el número de desempleados.
Todavía hay gente que piensa que la huelga no tiene legitimidad y que lo que hay que hacer es trabajar más en un universo en donde las horas extras laminan la creación de empleo.
La dignidad de los ciudadanos exige dar una respuesta a tantas injusticias y a tantos errores. La presión que sufrirán muchos trabajadores si se deciden por la huelga será brutal. La criminalización de los sindicatos seguirá en un aumento.
La historia convoca a los trabajadores para demostrar que no nos podemos rendir. La huelga es legítima, legal, justa y necesaria. Esta es mi opinión.

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