miércoles, 11 de julio de 2012

Rajoy 'huye' por la puerta de atrás para eludir una protesta

"¡Ahí está la cueva de Alí Babá!"

Varias decenas de funcionarios se concentran de manera improvisada frente al Congreso de los Diputados para expresar su rechazo a las medidas anunciadas por Mariano Rajoy, que abandona el hemiciclo por la puerta de atrás


La batalla se traslada del Parlamento a las calles. Sólo han hecho falta unas pocas horas para que las protestas se hayan convertido en el espejo de la crítica ciudadana hacia los nuevos recortes anunciados esta mañana por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Apenas unos minutos antes de que finalizara el pleno del Congreso en el que Rajoy ha explicado el mayor ataque al Estado del bienestar desde la llegada de la democracia, varias decenas de personas han celebrado una concentración improvisada a las puertas del Parlamento para expresar su rechazo al nuevo tijeretazo del Ejecutivo. De hecho, el presidente se vio obligado a salir por la puerta de atrás del Congreso para esquivar a los concentrados.
El colectivo más representado en la concentración que ha tenido lugar en plena carrera de San Jerónimo, enfrente de la puerta de los leones del hemiciclo, era el de los funcionarios. Los mismos que han visto hoy como el Gobierno del PP suprime sus días libres y les arrebata el derecho a percibir la paga extraordinaria de navidades. "Ahí, está, la cueva de Alí Babá", es uno de los principales gritos coreado durante la protesta, que ha sido convocada por las redes sociales, y a través del boca a boca, y que ha estado vigilada de cerca por un fuerte dispositivo policial formado por agentes antidisturbios y policías montados."¡Ladrones, ladrones!" o "¡paralización de la administración!", fueron otros de los cánticos que se han podido escuchar en la manifestación.
A ellos se han sumado todos los diputados del grupo de la Izquierda Plural, con su presidente, el coordinador federal de IU, Cayo Lara, a la cabeza, que también han padecido el recelo de algunos de los allí presentes, por su condición de parlamentarios.  
La sede nacional del PP, en la madrileña calle de Génova, tampoco se ha librado de los gritos de protesta. De forma espontánea, varias decenas de funcionarios de la Audiencia Nacional han cortado momentáneamente la calzada al grito de "No a los recortes. Manos arriba; esto es un atraco". "Queremos turrón y polvorones", reclamaron también, ante el anuncio de la supresión, este mismo año, de su paga extra de Navidad, informa Efe.
"No firméis, no negociéis, no subáis", reclamaban, por su parte, las casi 200 personas, también funcionarios púclicos, que aguardaban en la sede del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas a los miembros de la Mesa de la Función Pública. En esta reunión, el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, iba a explicar a a los sindicatos las nuevas medidas anunciadas hoy por el Gobierno, aunque los manifestantes se oponían incluso a que se produjera la reunión, informa Elena Herrera.
"Nuestro dinero se lo dais a los banqueros", protestaban algunos. "¡Rajoy, mentiroso!", increparon otros. Algunos, además, incluso llegaron a colarse en el edificio antes de que llegara la Policía Nacional a custodiarlo. No obstante, no se produjo ningún incidente. los representantes sindicales, además, decidieron finalmente no celebrar la reunión.

"El Parlamento tiene que dimitir"

"Estuve en la marcha contra el Golpe de Estado para que se mantuviera el régimen democrático y hoy, treinta años después, vuelvo aquí en contra de los políticos del Gobierno, y de 17 comunidades autónomas", ha explicado visiblemente enojado Arturo, funcionario del Ayuntamiento de Madrid que ha participado en la concentración frente al Congreso. Otros manifestantes lamentaban que los funcionarios estén siempre en el centro de los objetivos de los ajustes de los gobiernos. En su opinión es "una estafa" que los responsables públicos hagan pagar sus erróneas decisiones "a los de siempre". "Es un fraude.o Es un Parlamento que no representa a la mayoría del pueblo, que tiene que dimitir", aseguraban, detrás del cordón policial y sin querer desvelar su identidad.
A pocos metros, dentro del recinto del hemiciclo, Rajoy se subía en su coche oficial para emprender su camino de vuelta a La Moncloa. "¿Esperan una mayor contestación ciudadana?", le preguntaba una periodista. "Buenas tardes", fue su respuesta. Y su vehículo abandonó el Congreso no por la puerta que da a la carrera de San Jerónimo, sino por la que accede a la calle Zorrilla. 

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