Mientras Lucas Bravo de Laguna trata de someter a los concejales de Los Verdes, la líder de esta agrupación y concejala de Urbanismo en este mandato, Amalia Bosch, pone pies en polvorosa y se marcha a las listas del Cabildo con el inconfesable secreto de no salir elegida para evitar una nueva tentación de volver a pactar con el PP. Porque el experimento verde ha fracasado en Santa Brígida y se ha llevado por delante a medio PSOE, de donde se nutrió el equipo de la señora Bosch. Pero no son los únicos partidos perjudicados por ese extraño estreptococo que afecta a las neuronas políticas satauteñas, porque el PP tiene ahora mismo tres concejales dignos de un estudio multidisciplinar: Felipe Baeza tuvo carné de ese partido, se presentó en las listas de Carmelo Vega y ahora es concejal del grupo de gobierno, del PP auténtico. Guadalupe del Río, que se marchó del PP a mitad de mandato tras un quítame allá esos machismos del Niño Bravo, acaba de entregar su acta y ha constituido Cambio por Sataute, en plan corresponsalía de Nardy Barrios. Pero el campeón mundial del destape en la villa es Armando Umpiérrez, el concejal que arrancó una señal de tráfico para demostrar a una policía local que allí sí se podía aparcar. Umpiérrez, ahora con el PP, ha sido concejal con la UCD, con el PSOE y con Coalición Canaria. Si alguien puede superar esta marca, que nos lo diga, que lo contamos con gusto.
Publicado en http://www.canariasahora.com/topsecret/ampliar/13858/
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