¿Creen ustedes que un personaje con tantos y tan llamativos antecedentes como Federico Trillo puede acusar a alguien de asesorar ilícitamente a nadie? Porque la queja formulada ante el CGPJ por el PP contra la magistrada Rosell es obra de la factoría Trillo, ese bufete de abogados que más parece un despacho de influencias desde el que el ex ministro de Defensa asesoró en 2005 a la empresa Prosegur, a la que desde el ministerio había otorgado contratos por importe de 7,1 millones de euros durante la etapa 200-2004. Por cierto, bonita etapa aquella en la que se vino abajo en Turquía un avión Yak 42 con 62 militares españoles a bordo en uno de los escándalos peor tapados de la democracia, con el despacho de Federico Trillo cobrando 69.600 euros al PP por "coordinación de defensas" en una factura de número 37/09 que el PP atribuye falsamente a asesoramiento del Estatut y de Gürtel, casos en los que no hay defensas que valgan sino acusación en este último. Un ex ministro que tuvo los santos bemoles de entrevistarse con testigos y acusados del caso del Yak-42, como el ya fallecido general Navarro posiblemente para desearles toda la suerte del mundo y que a él lo dejaran fuera. Hay que tener una cara monumental y unos escrúpulos muy propios de personaje tan piadoso y de tanto golpe de pecho para permitirse el lujo de acusar a nadie de asesorar a nadie. Y encima falsamente.
Publicado en http://www.canariasahora.com/topsecret/ampliar/13566/
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