La verdad es que no sabemos por dónde empezar a destrozar la felicitación navideña del alcalde de Arrecife, si por la infame foto suya que sirve de ilustración (todo es un decir) o si por los contradictorios parabienes que aparecen salpicados sin orden ni concierto. Si no fuera porque puede parecer exagerado, sería para afirmar que el anuncio en cuestión, un faldón de dos por cinco módulos, es la constatación de que esa ciudad está regida por auténticos analfabetos funcionales. Analicemos juntos la siguiente frase: "Empujemos, entre todos, en una sola dirección y conviertamos a Arrecife en la gran ciudad que ya es". El verbo convertir es irregular y su primera persona del plural del presente subjuntivo es "convirtamos", no "conviertamos", si no le importa al señor alcalde. Pero, ¿qué decir del resto de la frase? Si hay que convertir a Arrecife en "la gran ciudad que ya es" será porque estamos ante una gran ciudad, por lo tanto, en todo caso, habrá que convertirla en otra cosa. Y no queremos dar ideas, que enseguida nos acordamos del icono del Islote del Francés.
Publicado en http://www.canariasahora.com/topsecret/ampliar/13612/
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